Integral Sacristán

Joan Benach, Xavier Juncosa y Salvador López Arnal (eds.) Ediciones El Viejo Topo, Barcelona 2006. Versión trilingüe (español/ catalán/ inglés). 4 DVD más un libro. 
Manuel Sacristán (1925-1985) fue, no sólo el filósofo marxista español más importante de todos los tiempos, sino también un lúcido y decisivo precursor de la (aún insuficiente) asimilación de pensamiento ecologista, feminista y pacifista por parte de la izquierda europea. Por eso, el impresionante esfuerzo que han realizado el cineasta Xavier Juncosa y los profesores y activistas Joan Benach y Salvador López Arnal para reconstruir su trayectoria vital, documentar su resistencia política y poner su fértil pensamiento al alcance de un público amplio merece la mayor atención. Este esfuerzo se plasma en ocho documentales agrupados en cuatro DVD, totalizando casi 18 horas de película (los títulos son: El joven Sacristán, Lucha antifranquista, Sacristán filósofo, Sacristán marxista, Sacristán en México, Movimientos sociales, El maestro Sacristán y Giulia [Adinolfi]), más un libro de unas doscientas cincuenta páginas (titulado Del pensar, del vivir del hacer) que reúne jugosos ensayos breves sobre el polifacético pensador (y sobre su compañera de vida Giulia Adinolfi). Documentales y libro posibilitan, no sólo una inmejorable aproximación a Sacristán para –pongamos por caso– jóvenes inquietos que hoy busquen una orientación ético-política en el “mundo grande y terrible” (Antonio Gramsci) que es un mundo de las muchas crisis, sino también nuevas perspectivas para la interpretación de su trabajo, a través de la rica polifonía de entrevistas con decenas de personas –intelectuales, profesores, políticos, activistas en los movimientos sociales, escritores, artistas...– que trataron personalmente al filósofo. Para nuestro público de Daphnia, creo que hay que insistir en que Sacristán anticipó muchas de las cuestiones que hoy situamos bajo las etiquetas de “ecología política” o “ecosocialismo” en un momento muy temprano (desde comienzos de los años setenta), cuando la izquierda europea, muy miope y lamentablemente, interpretaba de forma mayoritaria las advertencias ecologistas como distracciones burguesas que no debían tomarse en serio. Todavía hoy, su manera abierta y antidogmática de concebir la tradición marxista sugiere caminos practicables para abordar los problemas de nuestro mundo. Como él dijo en cierta ocasión, resulta esencial saber que “el marxismo no es teoría, sino intento de programa (sobre un deseo), que se intenta fundamentar en crítica y en conocimiento científico. No se debe ser marxista (Marx); lo único que tiene interés es decidir si se mueve uno, o no, dentro de una tradición que intenta avanzar, por la cresta, entre el valle del deseo y el de la realidad, en busca de un mar en el que ambos confluyan.”
Jorge Riechmann

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