El futuro del sector turístico en Teruel. Avanzar hacia un futuro sostenible

Albert Vilallonga

ISTAS ha concluido un estudio sobre la sostenibilización del turismo en Teruel. Este estudio tiene como principal objetivo conocer y analizar cuál ha sido el comportamiento reciente del sector turístico de Teruel, principalmente en relación a la oferta y la demanda, para después pasar a exponer cuales son los criterios básicos dentro los cuales se circunscribe el concepto de turismo sostenible desde una vertiente rural y, finalmente, hacer propuestas, justamente para avanzar hacia un modelo de turismo sostenible en Teruel.

ISTAS ha concluido un estudio sobre la sostenibilización del turismo en Teruel. Este estudio tiene como principal objetivo conocer y analizar cuál ha sido el comportamiento reciente del sector turístico de Teruel, principalmente en relación a la oferta y la demanda, para después pasar a exponer cuales son los criterios básicos dentro los cuales se circunscribe el concepto de turismo sostenible desde una vertiente rural y, finalmente, hacer propuestas, justamente para avanzar hacia un modelo de turismo sostenible en Teruel.

El turismo es un fenómeno muy complejo y difícilmente podemos conocer y analizar con profundidad los múltiples factores que lo condicionan. Aspectos socioculturales cambiantes que definen a los potenciales visitantes, entre ellos el crecimiento de la sensibilidad ecológica. Evidentemente, la coyuntura económica condiciona la llegada de turistas. La presencia y el tipo de infraestructuras turísticas y su evolución. La puesta en valor y conservación del patrimonio, entre otros muchos factores. Pero, también, hechos tan sobrevenidos e inesperados como es la pandemia que estamos padeciendo. Aun con todo y siendo conscientes de las limitaciones, se ha hecho el esfuerzo de estudiar y comprender qué está pasando y realizar propuestas para el desarrollo de este sector, en clave sostenibilista, de un sector tan trascendente en el devenir de la provincia de Teruel.

El turismo en Teruel se está erigiendo como un sector estratégico en la conformación del tejido económico de la provincia. Los datos así lo atestiguan. Durante los últimos años se ha producido un crecimiento constante, tanto del número de establecimientos turísticos, como de las plazas ofertadas. También, el aumento se ha reflejado en los locales de restauración y cafetería que si bien no son exclusivamente para el turismo sí que en parte están ligados a este. Otra constatación del buen momento que está viviendo la actividad turística en Teruel se manifiesta en las empresas de turismo activo que también van al alza. Aún son más significativas y decisivas las cifras de viajeros y, sobre todo, de pernoctaciones que se han ido dando de un progresivo incremento en el último decenio.

Sin duda la pandemia tiene un gran impacto en el turismo, principalmente, por las restricciones a la movilidad y las limitaciones de los aforos, lo que, sin duda, ha afectado al turismo de Teruel. Pero, esta afectación ha tenido dos partes bien diferenciadas. En 2020 con una mayor incidencia de la pandemia y en consecuencia, medidas más contundentes para frenarla perjudico claramente el turismo. Y, al contrario en 2021, con una menor incidencia de la pandemia y una consecuente suavización de las medidas restrictivas ha provocado que los meses del pico de verano hayan acogido más turismo que en 2019, el que ya había sido el mejor año hasta entonces. Lo que no sabemos es si esta reciente gran atracción de turistas es coyuntural o por el contrario es estructural.

Un fenómeno que a menudo no se tiene en cuenta, pero que tiene mucha relevancia en Teruel es el llamado turismo de retorno. Se trata del turismo que protagonizan las personas o descendientes de estas que emigraron a zonas urbanas con el éxodo rural. Familias que conservan la casa en el pueblo y que regularmente hacen estancias temporales en ellas. Este turismo que no se contempla en las estadísticas de este sector alcanza cifras muy elevadas, más que el turismo reglado y es fiel al destino, además de generar actividad económica y consumir productos turísticos.

En paralelo al impulso del turismo, ha crecido la mano de obra asociada a esta actividad. Una de las evidencias que hemos encontrado es que el empleo directo en los alojamientos turísticos ha experimentado un aumento paulatino en relación a los años precedentes, pero no ha sido correlativo al aumento de pernoctaciones. Al contrario, en realidad cada vez una persona trabajadora tiene que atender a un mayor número de pernoctaciones, lo que conlleva un aumento de la carga de trabajo. Empleo que además se caracteriza a menudo por una elevada precariedad y una baja profesionalización.

Precisamente, para hacer frente a esta realidad, pero también, para ofrecer un servicio de calidad al cliente surge la necesidad de ofrecer más y mejor formación en el sector. Por ello, se hace necesario llevar a cabo un programa de formación específico para la actividad tu­rística, para así, mejorar las cualificaciones y habilidades profesionales y ajustarlas a las necesidades que demanda el sector. Del mismo modo, dignificar el empleo es uno de los retos a los que se enfrenta el turismo, es decir, la mejora de las condiciones laborales es un requisito ineludible para la continuidad y desarrollo del turismo a futuro.

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El turismo sostenible representa una oportunidad y un desafío para el sector turístico turolense para hacer más atractivo el destino para los visitantes y, en consecuencia, generar más actividad económica y empleo de calidad.

En la Carta Mundial del Turismo Sostenible se manifiesta que el desarrollo turístico deberá fundamentarse sobre criterios de sostenibilidad, es decir, ha de ser soportable ecológicamente a largo plazo, viable económicamente y equitativo desde una perspectiva ética y social para las comunidades locales. Bajo estas premisas en este estudio reflexionamos y hacemos propuestas para que se pueda alcanzar este modelo de turismo en Teruel.

Explicamos como el éxito recae en que sea un proyecto compartido y beneficie a todos los actores del destino turístico y como desde este principio debe planificarse y gestionarse.

El resultado debe ser hacer compatible el desarrollo turístico presente y futuro con la preservación de la naturaleza y del patrimonio cultu­ral, que son el sustento de esta actividad, pero también se debe hacer una gestión del agua y lo residuos en clave sostenibilista, apostar por las energías renovables y la eficiencia energética, adoptar las compras verdes y socialmente responsables y fomentar un sistema de movilidad, igualmente sostenible. Esta es la dirección que debe tomar el sector turístico en la provincia de Teruel para continuar por la senda de fortalecer la oferta y atraer más turismo. Es por ello, que se hace más necesario que este sector, clave en el territorio turolense, experimente un desarrollo sostenible que condicionará en gran medida su consolidación y progreso de cara el futuro.

Los tres pilares del turismo sostenible

No hay que olvidarse de la vertiente social que forma parte del mismo proyecto de turismo sostenible. No hay sostenibilidad si no hay beneficios sociales para toda la comunidad o, dicho de otra manera, la sostenibilidad no se concibe en detrimento del bienestar social. Es decir, debe haber una redistribución social de las rentas que genera el turismo. Empezando por las propias personas trabajadoras del sector a quien se le deben garantizar unas buenas condiciones laborales y una profesionalización que además de darle el prestigio al sector del que a menudo carece, que haga que se vea como una buena oportunidad laboral y no como un último recurso laboral y además transitorio. Pero, sobre todo, que garantice un proyecto vital que permita permanecer en el territorio, principalmente de los más jóvenes. Del mismo modo los beneficios de la actividad turística deben ser compartidos y llegar a toda la población del destino para mejorar su calidad de vida. 

Se deben sentar las bases para que todos los actores implicados y afectados por el turismo participen en la definición del proyecto tu¬rístico sostenible del destino, pudiéndose constituir un espacio de diálogo para consensuar un proyecto común y lidiar con las posibles contradicciones entre las diversas actividades del territorio. Teniendo en cuenta que se trata de un proceso dinámico de mejora continua y, por tanto, el trabajo conjunto de definición, propuestas y seguimiento debe permanecer en el tiempo. Actualmente una herramienta que puede facilitar esta tarea son los Planes Territoriales de Sostenibilidad Turística promovidos por el Ministerio de Industria Comercio y Turismo y financiados con los fondos europeos del Plan de Recuperación.

Al mismo tiempo, la sostenibilidad es un valor de atracción turística, por sí mismo que todo hace prever que irá al alza. Cada vez hay una mayor concienciación y sensibilización por parte de la sociedad en los aspectos ambientales. Pero, también como decíamos en los aspectos sociales. En este sentido la certificación de Hoteles Justos Laboralmente Responsables con los Trabajadores en España (HJLR) deber ser una herramienta que ayude para elegir hospedarse en los establecimientos que tengan condiciones laborales justas.   

Con la apuesta del territorio por el turismo no se trata de substituir o desplazar otros sectores de actividad económica sino de complementarlos y, a su vez, de impulsarlos, pues hay una necesidad mutua que puede hacer que se retroalimenten. Un buen ejemplo es que en el marco de la sostenibilidad al turista se le ofrezca consumir productos de proximidad procedentes de la agricultura y la ganadería local lo que puede ser un revulsivo para estas actividades tradicionales y, también, para el desarrollo de la industria agrícola-ganadera de Teruel. Asimismo, este viraje hacía la sostenibilidad demandado por los visitantes puede empujar a la transformación del sector primario hacía la producción ecológica más respetuosa con el medio ambiente, lo que también contribuirá a reducir los impactos que pueda generar esta actividad. 

Por todo lo dicho nos atrevemos a afirmar que si bien el turismo, evidentemente, no es la única solución a los problemas y dificultades para lograr el desarrollo socioeconómico de Teruel, si se aprovechan las oportuni¬dades que brinda está actividad puede ser parte de la solución y, en consecuencia, hay que seguir apostando por su desarrollo, pero como también hemos reiterado para que tenga futuro debe ser un turismo en clave sostenible, des de la vertiente ambiental, social y económica.

 

 

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