¿Puede ser un gran hotel más sostenible?

El estudio ‘Propuestas en materia energética en un escenario de transición justa para el sector turístico en Canarias’ analiza la descarbonización del sector turístico en Canarias.

Construidos en una época en la que la conciencia medioambiental era aún limitada, los tradicionales hoteles de Gran Canaria intentan reducir su huella de carbono y transitar hacia las renovables

Cuando a finales de los años 60, el sector hotelero y turístico comenzó su expansión en Canarias, la palabra sostenibilidad no estaba en el vocabulario corriente ni de la industria ni de la sociedad en general. En el caso del turismo, eso se tradujo en construcciones con malos aislamientos y un uso deficiente de la energía, así como la falta de planeamiento que llevó a masificar ciertas zonas y a abandonar aquellas que quedaban obsoletas. Un mal comienzo que llevó a posponer los planes de conversión aún cuando la sostenibilidad estaba cada vez más en el punto de mira de la sociedad.  

 Y, sin embargo, la industria turística de Canarias está ahora intentando recuperar el tiempo perdido y ha acelerado su transición hacia una mayor sostenibilidad. “Yo vengo de la industria y sí que se nota que hay cierto retraso”, explica José Dieppa, jefe de servicios técnicos de los hoteles Mogán Playa y Mogán Valle, del grupo Cordial, en Gran Canaria. “Pero a partir del año 2015, se empezó a plantear la necesidad [de ser más sostenibles], uno, por concienciación, a empezar con el cambio de sostenibilidad y eficiencia energética, y un poco también como mundo empresarial, por el ahorro que supone”, continúa.

 La transición del sector turístico será clave si el archipiélago quiere conseguir el objetivo de descarbonizar su economía antes de 2040, tal y como se ha propuesto el gobierno regional, según el estudio ‘Propuestas en materia energética en un escenario de transición justa para el sector turístico en Canarias’, recién publicado por la Fundación 1º de Mayo. Según el estudio será necesario mudar el modelo actual basado en atraer grandes y crecientes volúmenes de turistas a precios reducidos hacia estrategias que prolonguen el tiempo de estancia de los turistas en el archipiélago, facilitando el teletrabajo, fomentando el turismo senior, y diversificando las actividades bajo parámetros de sostenibilidad ambiental, al mismo tiempo que se ofertan infraestructuras turísticas con balance energético cero.

El informe también recomienda limitar el crecimiento de infraestructuras hoteleras y turísticas en los destinos saturados, el desarrollo de un programa de recuperación de edificios y de rehabilitación energética para el sector turístico y la puesta en marcha de planes de movilidad específicos para destinos turísticos y áreas hoteleras promovidos por las autoridades de transporte y las entidades administrativas locales, enfocados tanto a los trabajadores como a turistas y visitantes, en los que se fomente modos de transporte públicos y descarbonizados.

 Varios hoteles ya están haciendo sus deberes. Así, en el Mogán Playa de la cadena Cordial, el primer cambio fue la biomasa, que introdujeron en 2015. Sin embargo, tras ver las limitaciones de la biomasa en un contexto como el de Canarias, con una disponibilidad limitada de ese tipo de materia prima, introdujeron máquinas recuperadoras de alto rendimiento para calefactar las piscinas, el spa, y el agua caliente sanitaria (ACS). “El ahorro energético está siendo comparado con la biomasa de un 40% y son más estables”, asegura Dieppa.

 Otro de los hoteles en plena transición es el Gloria Thalasso, en la zona de San Javier en Gran Canaria, un gran complejo que alberga uno de los primeros centros de talasoterapia de España. Eso le convierte también en un gran consumidor de energía, explica Juan José Espinosa, director técnico de Gloria Thalasso and Hotels. Por ello, la empresa lleva ya años apostando por la instalación de renovables en sus propias instalaciones. “Para nosotros el camino es conseguir la sostenibilidad de Canarias como destino, porque de momento las iniciativas son individuales”, asegura Espinosa.

 Hoy, ese modelo sigue reñido con el modelo tradicional de construcción de grandes nuevos complejos hoteleros, en zonas muchas veces sensibles por sus características medioambientales o sociales. Uno de los últimos el del puertito de Adeje, donde el pasado mes de mayo comenzaron las obras de un gran hotel de lujo con capacidad para 3.602 plazas en una de las últimas playas vírgenes de Tenerife. Las obras fueron, sin embargo, paralizadas de forma cautelar días después tras varias denuncias de organizaciones ecologistas.

Un cambio con sentido económico

 Para muchas industrias, el cambio hacia un modelo de energía renovable apenas tenía sentido cuando la energía era barata y la inversión era alta. “Las renovables tienen el problema de que hay que hacer una inversión inicial muy elevada. Después tienes los beneficios en el medio plazo, así que no lo ves al día siguiente. O sea, tienes que recuperar primero el dinero invertido y después es cuando ves el beneficio”, asegura Gonzalo Piernavieja, director de I+D+i del instituto Tecnológico de Canarias. Sin embargo, con el precio de la energía disparado y la caída del coste de muchas tecnologías renovables, el tablero se ha dado la vuelta. “La mentalidad ahora está cambiando y hay financiación y ayudas y el sector ya está muy concienciado. Hemos visto un cambio enorme en los últimos tres años en el sector turístico”, continúa Piernavieja.

 De hecho, ahora la transformación es una de las claves del futuro del sector, asegura Dieppa. “Una empresa eficiente energéticamente es competitiva en el mercado. Y hoy en día lo que pedimos es competitividad”. “A mí no me tienen que convencer de que es bueno implementar renovables. Los números salen. Nos interesa económicamente”, añade José María Mañaricua, presidente de la Federación de Hostelería y Turismo de Las Palmas de Gran Canaria y propietario de la cadena de hoteles Gloria. Para Mañaricua, el cambio tiene más sentido en Canarias que en ningún otro territorio. “El sol y el viento que tenemos en Canarias nos permite implementar energías renovables, como la solar térmica, fotovoltaica o eólica, lo que nos convierte en un destino líder de un turismo sostenible”,

 El turista es además cada vez más exigente y exige a los establecimientos en los que se aloja que sean sostenibles. “Es un aspecto muy valorado por los clientes y supone un elemento diferenciador”, asegura Espinosa. “Por ello tenemos que postar por un destino Canarias descarbonizado”.

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