Trabajando en el sector de salud laboral, el aporte de Daphnia me parece muy importante. Se trata de una experiencia única en Europa. Los casos recientes del amianto en Francia y de las «vacas locas» en Gran Bretaña muestran la urgencia de potenciar la intervención del movimiento obrero en la crítica de la insostenibilidad de la economía de mercado. Dicha intervención puede unir la crítica de la producción en sus consecuencias sobre el medio ambiente con la crítica de la producción en sus consecuencias sobre la/el trabajador/a en términos de salud, de desgaste y de enajenación. Al mismo tiempo, esta intervención puede construir estrategias que no menosprecien los intereses específicos de las/los trabajadora/es en las políticas ambientales.

Para lograr este objetivo tenemos todavía mucho que hacer. A nivel sindical, me parece importante destacar dos exigencias.

La primera es la capacidad de salir del marco de la empresa para plantear los problemas a nivel de la sociedad. Liberarnos de las llamadas «culturas de empresa», que nos encierran en la trampa de la competición interempresarial, es una condición de una intervención sindical autónoma. ¿Cuántas veces, desgraciadamente, la patronal ha logrado neutralizar la capacidad de crítica y de lucha del sindicato en nombre de una solidaridad «para el empleo»?

La segunda es la capacidad de actuar con una visión internacional. El caso del amianto es muy significativo. Siendo moderadamente optimista, se puede prever una prohibición del amianto en Europa occidental dentro de algunos años. Los grupos empresariales que han causado la muerte y las enfermedades de numerosa/os trabajadora/es en nuestro continente han invertido masivamente en otros continentes para continuar allá sus actividades. Sólo la creación de un marco internacional, pasando entre otras cosas por negociaciones colectivas en los grupos multinacionales y por nuevos mecanismos de control sobre dichos grupos, podría contrarrestar el juego normal de la racionalidad económica capitalista que concentra las producciones nocivas donde la vida tiene un «menor precio». Desde ese punto de vista, la introducción conjunta del medio ambiente y de la salud laboral en las actividades de los comités europeos de empresa podría ser un primer paso hacia este objetivo.

Laurent Vogel
Investigador en el BTS
Gabinete de Salud Laboral de la Confederación Europea de Sindicatos

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