Un futuro sin petróleo.

Colapsos y transformaciones socioeconómicas. Roberto Bermejo Centro de Investigación para la paz (Cip Ecosocial) / Los Libros de la Catarata, Madrid 2008. 349 páginas..

Roberto Bermejo, profesor de Economía Sostenible en la UPV (Universidad del País Vasco) y experto en cuestiones energéticas, nos plantea en este libro la necesidad del cambio del modelo energético, económico y social seguido hasta ahora, esencialmente basado en los combustibles fósiles (petróleo, gas natural y carbón).

A través de una comparación con el ciclo adaptativo de la naturaleza, analiza la transformabilidad de los sistemas socioeconómicos (SSE). Para ello, toma de la biología el concepto de resiliencia (la capacidad de un sistema para retener esencialmente las mismas funciones y retroalimentaciones -y, por ello, su identidad- cuando experimenta impactos) y sus cuatro factores para aplicarlos a las sociedades. Estos factores son el potencial (riqueza de un ecosistema), la conectividad (fortaleza en la conexión de los sistemas frente a factores externos), la panarquía (retroalimentación entre los diferentes sistemas superiores e inferiores de un mismo y mayor sistema) y la precariedad (el grado de cercanía de un sistema a perder su identidad inicial). En el caso de los SSE el concepto empleado es transformabilidad (la capacidad de la gente para crear un sistema fundamentalmente distinto cuando el sistema existente es insostenible), y sus factores, el potencial y la conectividad (hasta qué punto un SSE es susceptible de transformarse), así como la panarquía y la precariedad (la vulnerabilidad de un SSE y la urgencia en realizar la transformación antes del colapso).

Teniendo en cuenta que en Norteamérica el techo o cenit del petróleo ya se ha alcanzado y que en el resto del mundo se alcanzará pronto (2010-2030, según zonas y estimaciones), el cambio que lleven a cabo las distintas sociedades dependerá, en primer lugar, de su dependencia energética y/o económica de los combustibles fósiles (definida por Bermejo como el grado de vulnerabilidad), y de su capacidad de transformación o transformabilidad (con sus cuatro factores ya definidos).

Los efectos del techo ya se van dejando ver en nuestras economías, desde los más negativos, como la subida de precios del petróleo o la crisis del "sistema de endeudamiento" financiero, pasando por el desarrollo de los bioproductos, hasta las transformaciones mas positivas, como la inversión en energías renovables, la agricultura ecológica o los nuevos modelos de transporte (la extensión del ferrocarril).

El autor dedica una buena parte del libro a hacer una clasificación de las distintas sociedades en función de su vulnerabilidad y su transformabilidad. Las más vulnerables son a la vez las más pobres y altamente dependientes del petróleo; las menos vulnerables serían las exportadoras de petróleo y con gran desarrollo de las energías renovables, además de con poca población. La transformabilidad se mediría a través de los esfuerzos de los países en desarrollar y aplicar energías renovables, transporte público y abandono del automóvil privado.

El autor recuerda que la intención de transformarse (de las personas que forman los SSE) está atravesando los cuatro factores de la transformabilidad propuestos al principio y de manera esperanzadora nos ilustra con algunos ejemplos de sociedades ya en transformación (Dinamarca, Suecia o el sur de California). Éstas nos permiten pensar en un posible futuro de distancias comerciales cortas, transporte público y energía solar.

Paloma Conde

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