Criterios de gestión de los residuos biosanitarios

Departamento Confederal de Medio Ambiente de CC.OO.

Con el fin de evitar los graves problemas asociados a la acumulación e incorrecta gestión de residuos biosanitarios es preciso que se diseñen y apoyen con las medidas necesarias Planes de Prevención de la Contaminación para cada centro sanitario, enmarcados en una estrategia estatal, regional y/o provincial. Estos planes ofrecerán un diagnóstico del problema medioambiental de cada centro, integrando el consumo de recursos, materias primas, residuos, etc. Los elementos que integran una estrategia de prevención de los residuos biosanitarios son:

1. Inventario y/o mapa de todos los flujos residuales (emisiones a la atmósfera, vertidos líquidos y residuos sólidos). Este puede ser el primer paso dentro de una auditoría ambiental que permitiría obtener un conocimiento real de la situación medioambiental del centro.

2. Identificación de las diferentes opciones de minimización de la peligrosidad y de las cantidades de todos los residuos. Esta reducción en origen puede producirse mediante la sustitución de la fuente de riesgo o de envases y útiles no reutilizables (cuando sea posible) o, en su defecto, reducirla al mínimo o neutralizar su peligrosidad. Para ello, se propone la creación de un comité específico de valoración de opciones constituido por : personal especializado en la materia, personal médico y personal de enfermería de los propios centros, representantes sindicales, ecologistas y de la administración competente. Las funciones serán: llevar a cabo todo el proceso previo de valoración y toma de decisiones de las opciones de minimización y efectuar el adecuado seguimiento de las iniciativas que se emprendan, garantizando el cumplimiento de lo previsto. Además, se desarrollará una metodología de evaluación de las opciones de minimización.

3. Separación en origen por tipos de flujos residuales.

4. Correcto envasado y etiquetado de cada tipo de residuos. Los envases de los biosanitarios deben ser diferentes en color al resto de los residuos y homologados en base a la normativa vigente respecto a residuos peligrosos. En el caso de que los envases sean bolsas de plástico deben tener un espesor de 400 galgas. Los objetos punzantes y cortantes deben ser introducidos en envases rígidos, de tapa hermética y con una capacidad no superior a dos litros. En ningún caso, los envases estarán fabricados con sustancias cloradas (PVC). El almacenamiento ha de ser en recipientes que en cada caso garanticen la estanqueidad, la no rotura y la asepsia total en su exterior. También existen otros criterios generales sobre los envases de almacenamiento: opacos a la vista, con un volumen no excesivo (60-70 L), cierre de fácil apertura pero que no se pueda abrir de forma accidental, fácilmente manipulables (asas, etc.) y resistentes. Tras la separación en origen, los envases se introducirán en contenedores con una capacidad de entre 30 a 60 litros, siempre pensando en el lugar de ubicación que han de tener hasta el tratamiento posterior.

5. Garantizar el correcto tratamiento de todos los residuos, primando el tratamiento «in situ» para los residuos biosanitarios. Por lo general, se vienen practicando dos tipos de tratamiento: la incineración y la esterilización. La incineración resulta inaceptable por los grandes riesgos asociados a la emisión de sustancias peligrosas, como las dioxinas y los furanos y almacenamiento de las cenizas que suelen ser de carácter peligroso. Existen diferentes tecnologías de esterilización o descontaminación por vapor. El sistema de autoclave controlado se considera el más apropiado para garantizar la descontaminación de estos residuos y proceder a su posterior vertido.

Con el fin de minimizar el transporte de los residuos sanitarios, tanto por el coste medioambiental que supone el tráfico por carretera como por el riesgo que entraña el desplazamiento de sustancias de carácter peligroso (accidentes, fugas, etc.) y la acumulación de grandes cantidades de sustancias peligrosas, se deberá potenciar el tratamiento por esterilización en autoclave de los residuos en el propio centro sanitario. Para aquellos centros sanitarios que no tengan capacidad de habilitar el autoclave existente ni de instalar uno nuevo, deberá contemplarse la contratación de servicios móviles de esterilización por autoclave.

El tratamiento externo estará condicionado a la existencia previa de una Estrategia estatal, regional y/o provincial para la gestión de residuos sanitarios, de la misma forma que existe una Estrategia estatal y Planes autonómicos para los residuos peligrosos. En el caso de que ninguna de estas opciones ya mencionadas sean viables técnicamente para un determinado centro sanitario, se estudiaría una alternativa de tratamiento exterior, que en todo caso minimizaría el desplazamiento de los residuos. Por lo general, el ámbito autonómico es demasiado grande para contemplarse un proyecto de planta de tratamiento centralizado, por lo que deberían de considerarse ámbitos provinciales o similares.

6. Minimizar la manipulación y la exposición de los trabajadores/as a residuos peligrosos mediante la prevención de los riesgos en todas las fases.

7. Sensibilizar y formar a todos los trabajadores y trabajadoras que manipulan o están expuestos a estos tipos de residuos en cada centro sanitario, en el transporte y en el lugar de tratamiento final.

8. Garantizar el acceso público fácil y rápido a toda la información medioambiental relacionada con centros sanitarios.

9. Establecer los mecanismos para realizar un control y seguimiento del Plan con la participación activa de los trabajadores y trabajadoras y sus representantes en cada centro y de los sindicatos y organizaciones de defensa ambiental para el seguimiento del conjunto del Programa.

Desde la Federación de Sanidad y las Uniones Provinciales o Regionales del sindicato plantearemos una negociación con la Administración Sanitaria y los propios centros, para conseguir que se desarrollen dichos planes.

Más información:

1. CC.OO. Dpto. Confederal de Ecología y Medio Ambiente. La gestión de los residuos sanitarios. Junio 1993.
2. Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental. Los residuos sanitarios. Prevención de su generación y gestión. Octubre 1994

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