Vigilancia radiológica de los materiales metálicos

Luis Jodra Barahona. Federación de Industria de CCOO

La aparición de material radiactivo en las chatarras metálicas en el tiempo - aunque de manera puntual debido al aumento de todos los procesos de recuperación, transporte y fundición- hace que los países industrializados pongan medios, unos más que otros, para tratar de identificar, controlar y aislar las fuentes radiactivas, antes de que entren en sus países o instalaciones. Se garantiza asó la ausencia de contaminación radiactiva en el producto y se mejora la su calidad desde el punto de vista radiológico.

En España hay normas y decretos que regulan toda la actividad industrial del ámbito nuclear y radiactivo, pero es posible que puedan darse actuaciones deliberadas o involuntarias que ocasionen la aparición de materiales radiactivos en las chatarras metálicas. Por tanto, es necesario establecer mecanismos de control de los productos metálicos que entran por nuestros puertos y carreteras.

Ante este problema en España se constituye el Protocolo de Colaboración sobre la Vigilancia Radiológica de los Materiales Metálicos, firmado en noviembre de 1999 entre el entonces Ministerio de Industria y Energía, el Ministerio de Fomento, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (ENRESA) y la Unión de Empresas Siderurgias y la Federación Española de Recuperadores. En el año 2000 se incorpora la Federación Minerometalurgica de Comisiones Obreras y la Federación Estatal del Metal, Construcción y Afines de la Unión General de Trabajadores. En el año 2002 la Asociación Española de Refinadores de Aluminio, la Unión Nacional de industrial del Cobre y la Unión Nacional de Industrias del Plomo. Yen 2003 la Federación Española de Asociaciones de Fundidores.

Las empresas adscritas se comprometen a mantener un sistema de vigilancia y control en la entrada de sus instalaciones con Monitores de Radiactividad de tipo pórtico. Han de realizar sus verificaciones periódicas para asegurarse del correcto funcionamiento, potenciar la formación de sus trabajadores en materia de protección radiológica en general y especifica a los trabajadores y trabajadoras que manejan  dichos pórticos.

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Aun así nos queda mucho por hacer, tal como evidencian los incidentes que hemos tenido ultimamente en las acerías de Olaberria y Zumarraga, donde se han fundido dos fuentes de cesio-137 que han dejado 116 toneladas de residuos radiactivos en Olaberria y 175 toneladas en Zumarraga, según datos aportados por el CSN en el informe al Congreso de los Diputados y al Senado del año 2011. Sin que hayamos podido entrar todavía en la evaluación de sus causas hasta que no concluya la inspección que esta llevando a cabo el CSN y ENRESA por mandato expreso del propio protocolo, por su importancia y magnitud parecen bastante preocupantes.

El caso contrario y mostrando un satisfactorio funcionamiento del protocolo tenemos el incidente en Alcalá de Guadaira (Sevilla) en la instalación Siderúrgica Sevillana SA el 9 de mayo de 2012 donde el pórtico detecto alta actividad en chatarra procedente de Kenitra (Marruecos) procediendo según los procedimientos de actuación específicos, evitando que dicha fuente se fundiera con el consiguiente perjuicio para todos (Empresa, trabajadores y trabajadoras, publico en general y medio ambiente)

Como resultado de la aplicación del protocolo, en el año 2011 se comunicaron 76 detecciones al CSN.  Fueron detectadas en los pórticos, pero no podemos afirmar que sólo fueran estas pues la fuente la gestiona ENRESA como residuos radiactivos.

Todavía hay bastantes pequeñas y medianas empresas dedicas a la recuperación y  fundición de chatarras  que no están adscritas al protocolo. Por consiguiente, su nivel preventivo y formativo ante un incidente es prácticamente nulo debido  a que no tienen por qué  tener instalados los monitores de radiactividad de tipo pórtico, que es a lo que están obligadas todas las adscritas, dejando la puerta abierta a que puedan fundirse chatarras contaminadas o fuentes radiactivas sin darnos cuenta o enterarnos cuando ya no hay ninguna solución. Ante esta situación, sólo quede proceder a la descontaminación de la empresa,  de los trabajadores y trabajadoras si los hubiera, y el medio ambiente.

La federación de Industria de CCOO lleva tiempo exigiendo en todos los organismos oficiales donde tenemos participación que el protocolo debe de ser obligatorio para todo el sector siderúrgico, también para el de recuperadores y vertederos, en toda la Unión Europea. Solo así podremos ser más efectivos ante este problema de difícil gestión por lo que se hace necesaria e imprescindible la colaboración de todos los entes implicados con el objeto de mejorar los niveles de seguridad.

En CCOO seguiremos potenciando como ejes fundamentales el conocimiento y la información de los diferentes agentes implicados (técnicos, trabajadores y trabajadoras, delegados de prevención y medio ambiente, representantes de los trabajadores y trabajadoras, sociedad…..) para que contribuyan a fomentar conductas seguras ante la presencia de fuentes radiactivas no controladas.

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