Transición ecológica justa la necesidad de un esfuerzo conjunto

Azahara Merino Martos. Secretaría Confederal de Medio Ambiente y Movilidad de CCOO

Azahara Merino Martos. Secretaría Confederal de Medio Ambiente y Movilidad de CCOO
El pasado junio, en el marco de la 16ª edición de los cursos de verano de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla, se celebró el curso “Trabajo y cambio climático: Transición justa hacia modelos económicos sostenibles”, que contó con la colaboración de la Unión Provincial de CCOO de Sevilla y estuvo dirigido por Sara de los Reyes Secretaria de Organización y Finanzas de CCOO_Sevilla

El compromiso y trabajo de todos los sectores de la sociedad para cumplir con lo firmado en el acuerdo de París ha de ser inequívoco.

El curso, que fue inaugurado por el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, José Fiscal, tenía como objetivo concienciar a los participantes de la necesidad de implicar a todo el conjunto de la sociedad para luchar contra el cambio climático. Y es que no cumplir con los Acuerdos de París no es sólo un problema ambiental, sino también, económico y social. Además, destacó el papel fundamental que juega el sindicato a la hora de hacer políticas que conduzcan a un cambio de modelo energético.

Los informes elaborados por el Panel Internacional de expertos de Cambio Climático (IPCC) vienen corroborando la veracidad del cambio climático, y sus efectos para el ser humano. En el curso, la conocida antropóloga y miembro de Ecologistas en Acción, Yayo Herrero desde la visión del ecofeminismo, argumentó que las clases trabajadoras son las más vulnerables frente a los efectos del cambio climático y que éste repercute de forma más negativa en las mujeres que en los hombres.

En la misma línea, Begoña María-Tomé Gil – del equipo técnico de ISTAS-CCOO-explicó el riesgo que supone el cambio climático para la salud en el trabajo. “Las temperaturas extremas pueden aumentar hasta un 9% el riesgo de accidente laboral”, afirmó. Esta ponente señaló además que el estudio “Cambio Global España 2020/2050” habla de la vulnerabilidad territorial y que España se encuentra en una situación especialmente preocupante: “España es uno de los espacios geográficos europeos más sensibles a los riesgos climáticos debido a su posición, su topografía, su climatología y la ocupación humana”, apunta el citado estudio.

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El reciente director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) Joan Herrera, quien también participó en el curso, expuso que nuestro país a pesar de reunir las condiciones idóneas para apostar por las energías renovables, sigue dependiendo, sobretodo, del gas en un 72,3%, mientras que Europa esta dependencia es de un 53,5%. Pero, ¿cuál es el factor principal que impide una apuesta mayor por las energías renovables?, según Joan Herrera es el marco regulatorio que existe actualmente en España y la poca voluntad política para cambiarlo. Y es que la privatización de la política energética afecta no sólo a la concentración oligopolista en la generación, la distribución y la comercialización sino también en lo que hace referencia al debate público. Así, defendió la necesidad de un cambio que democratice la economía sin la fuerte dependencia energética actual. En su opinión, el sindicato es el actor que debe accionar ese cambio.

En concordancia a lo anteriormente expuesto, Mariano Sanz Lubeiro, secretario de Medio Ambiente y Movilidad de la Confederación Sindical de CCOO, habló de la crisis actual que atraviesa nuestro modelo, y consideró fundamental fomentar un modelo productivo más sostenible. Apuntó que para alcanzar un modelo sostenible es necesario realizar una transición ecológica justa. Una transición justa que tenga como elementos clave una transición energética, una producción limpia y circular, la bioeconomía, el uso racional de los recursos, una agricultura sostenible, movilidad sostenible, en definitiva, la generación de empleos verdes en un nuevo marco económico que tenga la sostenibilidad como premisa. En lo que respecta a la transición energética, señaló que es necesario la reducción del uso de combustibles fósiles, el despliegue de las energías renovables, la electrificación de la economía, la programación del cierre nuclear, el ahorro y eficiencia energética y el autoconsumo y generación distribuida.

Asimismo, Sanz Lubeiro resaltó, también, que hay que desarrollar un “Plan Estratégico Estatal” en el que se aborde está necesaria transición justa. Este plan, además de analizar los riesgos de reestructuración de determinados sectores productivos, debe establecer recursos e instrumentos para paliar los posibles efectos negativos en el empleo y optimizar o maximizar las oportunidades de su creación con medidas establecidas.

Implicar a los diferentes sectores de la sociedad para trabajar por un sistema menos carbonizado es esencial. En el sector del transporte, Manuel Ferri, técnico de movilidad de la Oficina de Cambio Climático y Sostenibilidad de la Diputación de Barcelona, reafirmó la gran dependencia que tiene España del consumo de combustibles. Y, además, expresó que es un problema de exclusión laboral pues en España un 60,7% de los conductores con tasa activa son hombres, y el 39,3% son mujeres. Ante este escenario, apostó por hacer un cambio de paradigma de la movilidad en la ciudad, desarrollando políticas públicas más contundentes para apoyar una movilidad sostenible (planificación y diseño urbanístico, fiscalidad favorable al uso de la eco-movilidad, cambio en el modelo tarifario del transporte público, electrificación del transporte público, creación de zonas de bajas emisiones, etc).

En lo que respecta al sector de la construcción, Vicente Sánchez ,secretario General de la Federación Estatal de Construcción y Servicios de CCOO abordó la Directiva del Parlamento y Consejo Europeo relativa a la eficiencia energética de los edificios, aprobada en 2010, cuyo objetivo es fomentar la eficiencia energética de los edificios y donde se recoge la definición de edificio de consumo de energía casi nulo. No obstante, señaló que España se encuentra con dificultades para aplicar dicha Directiva debido a la paralización de construcción de nuevos edificios, fundamentalmente por la crisis económica. Y la dificultades son mayores en la adaptación de los edificios antiguos. Remarcó el papel del sindicato y la figura del delegado sindical en fábricas y empresas para crear un diálogo social en construcción eficiente.

Por último, Rafael Rodríguez Carracedo, secretario de Cohesión Territorial y Sostenibilidad de CCOO de Andalucía expuso la necesidad de cambio en el modelo de producción de las industrias. “Es necesario realizar una transición energética apostando por las energías renovables”, afirmó. Rodríguez Carracedo señaló que deben elaborarse planes estratégicos por zonas territoriales afectadas que incluyan instrumentos financieros, organicen y coordinen planes de reactivación de la zona, que consideren el empleo perdido y el que se pueda crear. Y, de igual modo, recalcó el papel que debe jugar el sindicato en las negociaciones y en el diálogo social.

Alcanzar un sistema energético más eficiente, democrático y justo para todos es una tarea en la que todos debemos trabajar. El papel clave del sindicato como agente dinamizador en la lucha contra el cambio climático ha sido reafirmado por todos los intervinientes del curso.

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