Cambio climático y la salud laboral

Sara Pérez Díaz es técnica en el área de Medio Ambiente de ISTAS

Sara Pérez Díaz
Desde hace ya varios años en España se notan de forma muy clara los efectos del cambio climático, el Quinto Informe del IPCC (Panel Intergubernamental del Cambio Climático) 2013-2014 es contundente respecto a tres cuestiones que nos afectan directamente: el calentamiento del sistema climático es inequívoco; los cambios climáticos ya se están produciendo y observando en todo el planeta; y España es y sobre todo será una de las regiones más afectadas por el calentamiento global.

Ante esta evidencia, la adaptación al cambio climático y no solo la mitigación del mismo es ya urgente en nuestro país. Por este motivo, desde ISTAS y CCOO hemos querido llevar a cabo un proyecto muy enfocado a las medidas de adaptación de los puestos de trabajo que se pueden adoptar, uniendo dos áreas en las que venimos trabajando desde hace más de 20 años: el medio ambiente y la salud laboral.

El proyecto, financiado con el apoyo de la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, y que lleva por título “La adaptación al cambio climático desde la perspectiva de la salud pública y laboral” tiene como objetivo principal promover la adaptación y la protección de la salud humana ante la incidencia del cambio climático, particularmente en los sectores económicos más vulnerables a sus impactos.

El calentamiento global tiene una incidencia severa en la salud humana en todo el mundo y seguirá teniéndola en el futuro. La Organización Mundial de la Salud estima que alrededor de 150.00 muertes fueron causadas por el cambio climático en el año 2000 y prevé un aumento de 250.000 muertes anuales para el 2040.

Entre los principales factores que pueden tener una repercusión en la salud humana más acusada en España destacan: el aumento de temperaturas; los eventos meteorológicos extremos; la contaminación atmosférica y aero-alérgenos; las enfermedades transmitidas por vectores infecciosos, por alimentos y por el agua.

El cambio climático también afecta a la salud y seguridad de las personas en sus puestos de trabajo, agravando riesgos laborales ya existentes y haciendo emerger otros nuevos.

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Las ocupaciones al aire libre de sectores como el forestal, agrícola, ganadero, construcción, servicios de limpieza y jardinería, guías turísticos, policías de tráfico, agentes de movilidad, etc., son mucho más vulnerables a los períodos de calor extremo, con lo que sufrirán la aparición de golpes de calor, extenuación, fatiga y riesgo químico. También están más expuestos a la contaminación del aire que está íntimamente ligada con la aparición de efectos crónicos en la salud como enfermedades respiratorias y desórdenes alérgicos.

Por otro lado, los trabajadores y trabajadoras de actividades como la agricultura, ganadería y la pesca, son más vulnerables a la infección por vectores como los mosquitos o garrapatas. El incremento del uso de pesticidas para combatir las plagas de patógenos, incrementará potencialmente el riesgo de exposición de la gente trabajadora en esos sectores.

Propuestas y necesidades detectadas

Es necesario que en las políticas de adaptación al cambio climático se incluya decididamente la protección de los trabajadores y trabajadoras, como uno de los colectivos más afectados por los riesgos derivados del cambio climático. Así las personas que trabajan al aire libre deben ser consideradas de forma especial en estas acciones de adaptación, tales como la vigilancia, información, alerta e intervención.

Consecuencia directa de la conclusión anterior es la necesidad de tener en cuenta los riesgos derivados del cambio climático en la vigilancia de la salud de la población en general y de los trabajadores y trabajadoras en particular.

Para diseñar las actuaciones preventivas hay que tener en cuenta que los trabajadores y trabajadoras más vulnerables son aquellas a los que no suelen llegar las políticas preventivas, aquellos con peor tipo de contratación, tipo y duración de jornada, remuneración, etc., también tiene mucha influencia el tipo de empresa en la que se trabaja (tamaño, representación sindical…)

En nuestro país tiene especial repercusión los efectos del exceso de temperaturas sobre la salud. Es necesario monitorizar los efectos en la salud de la exposición laboral asociada al calor, por ejemplo monitorizando los ingresos hospitalarios o los accidentes laborales, también en la lucha contra el cáncer asociado al cambio climático, es muy importante identificar indicadores para la vigilancia de la salud, y aplicarlos en la vigilancia a la salud de los trabajadores.

A lo largo del proyecto que estamos llevando a cabo, se han puesto en común experiencias de buenas prácticas realizadas en empresas para evitar los riesgos derivados del cambio climático. En general se puede decir que existen bastantes experiencias tanto en medidas preventivas como de inclusión de cláusulas en la negociación colectiva para la prevención de los efectos derivados del exceso de temperatura. Sin embargo parece obvio que estas medidas no están llegando a los colectivos más vulnerables que comentábamos anteriormente. Por otro lado falta mucho camino por recorrer en la prevención de otro tipo de riesgos como los eventos meteorológicos extremos; la contaminación atmosférica y aero-alérgenos; las enfermedades transmitidas por vectores infecciosos, etc.

Por nuestra parte vamos a intentar mejorar la información y formación a trabajadores, especialmente de las ocupaciones al aire libre, llevando a cabo campañas informativas específicas, jornadas de divulgación y diferentes materiales que puedan ser de utilidad para las diferentes organizaciones de CCOO.

En esta página web se puede encontrar los materiales de información y difusión que estamos desarrollando: Cambio climático y salud

 

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