Las renovables podrían crear más 10.000 empleos en Baleares con las políticas adecuadas

Begoña María-Tomé Gil. ISTAS-CCOO

Actualmente en las Islas Baleares menos de un 3% de la electricidad se produce mediante energías renovables siendo la comunidad autónoma con menor nivel de implantación de potencia renovable. Al mismo tiempo, el consumo energético en las Islas en 2016 fue ya un 4,6% superior al año anterior, acercándose a los consumos máximos de 2006-2008. Y la demanda eléctrica está volviendo a aumentar en los últimos años.

En esta coyuntura el Gobierno autonómico ha planteado unos objetivos de penetración de energías renovables en energía final del 20% para 2025, 35% para 2030 y 100% para 2050 en la futura Ley de Cambio Climático. Y paralelamente ha planificado intensificar las medidas de ahorro y eficiencia energética para disminuir la demanda energética además de fomentar la electrificación del sector transporte.

Desde el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (ISTAS) hemos realizado para Comisiones Obreras de Baleares un estudio que estima la creación de empleo potencial derivado de cumplirse con estos escenarios de desarrollo de las energías fotovoltaica y eólica para 2030 en las islas.

Los resultados apuntan a la creación de aproximadamente 10.202 puestos de trabajo, de los cuales más de 6.941 serían empleos directos y 3.261 empleos indirectos. Por tecnologías, casi el 90% de empleo potencial asociado se concentraría en la fotovoltaica precisamente porque sería la tecnología que más potencia desarrollaría. Estas cifras podrían reducir más de una cuarta parte el desempleo en Baleares, fomentando la creación de empleos de calidad en un sector de alto valor añadido en contraposición con las condiciones de trabajo y la precariedad de muchas áreas de actividad del sector servicios.

Para asegurar que la mayor parte de la cadena de valor se localice en el territorio balear, con mano de obra local y empleos de calidad, un aspecto clave apuntado por ISTAS es la instalación escalonada de la nueva potencia para que no se produzcan las variaciones bruscas ocurridas en el pasado en la península. Cabe recordar que el empleo en el sector de las energías renovables es de una mayor calidad que la media del mercado de trabajo español. Se caracteriza por una temporalidad baja (el 83,7% tiene un contrato indefinido)y una alta cualificación (entre el 42%-55% son técnicos o titulados superiores). No obstante, desde una perspectiva de equilibrio de género es notablemente deficiente, aunque ligeramente superior a la media industrial.

En el análisis de ISTAS se evalúa un escenario de más de 2.500 MW de nueva potencia renovable bajo un modelo distribuido de pequeñas y medianas instalaciones (menores de 10MW) y de instalaciones de autoconsumo que podrían representar, en el corto y medio plazo, un 5% del conjunto de la potencia total a instalar. Se apuntan en todo caso, que para alcanzar los objetivos va a ser imprescindible un gran despliegue de las energías renovables y para ello habrá que conjugar los esquemas de autoconsumo con la promoción de instalaciones de mayor tamaño como pequeños parques eólicos o plantas fotovoltaicas.

Para la entrada de nuevos actores en el mercado será necesario adoptar esquemas de gestión que incorporen la copropiedad y la participación ciudadana, a partir de las adecuadas figuras societarias, como cooperativas. Por su parte, las entidades locales (como los ayuntamientos o los consells) deberán desempeñar un papel muy importante en las iniciativas de instalación de energía sostenible. Pueden liderarlas, proveer financiación, actuar como dinamizadores de comunidades, actuar como agencias de energía, comercializadores de energía, etc.

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Los beneficios de desarrollar el plan propuesto por ISTAS serían una producción de electricidad anual en 2030 adicional de 4.134 GWh en base a fuentes de energía renovable, lo que equivale al consumo de un millón de hogares. Y desde una perspectiva ambiental se ahorrarían 1,2 millones de toneladas equivalentes de petróleo de energía primaria con ello se evitarían la emisión de 3.164 toneladas de CO2 eq y 4.339 toneladas de SO2; 7.140 toneladas de NOx y 167 toneladas de partículas a la atmósfera.

Sectores estratégicos para la expansión de las energías renovables

Las estrategias planteadas por el Gobierno Balear están enfocadas primordialmente en el impulso de las renovables en las administraciones públicas, en particular en la propia comunidad autónoma, aunque también ha lanzado señales importantes al sector privado. Para alcanzar en 2030 el escenario de renovables propuesto es absolutamente imprescindible adoptar planes y medidas que encaminen la transición energética en todas las actividades económicas. Reconociendo el papel central que tienen las administraciones públicas por su papel ejemplarizante y su función tractora del resto de la economía a través de la prestación de los servicios públicos y las compras y contratación pública, ISTAS ha identificado cuatro sectores o ámbitos estratégicos de actuación: el turismo, el sector agro-ganadero, las ciudades y los entornos industriales.

La integración de renovables en el sector turístico en una medida imprescindible para:

  • mejorar la sostenibilidad de la actividad turística en las islas, aumentando el posicionamiento y el valor añadido de las empresas del sector,
  • albergar físicamente las instalaciones renovables minimizando la ocupación del suelo y preservando el territorio,
  • progresar con celeridad en la expansión del sector de las energías renovables por ser una actividad de peso en la isla con una significativa capacidad de arrastre en el resto de la economía.
  • Y comprometer al sector privado en la descarbonización de la economía balear a través de un sector con una visibilidad internacional de primer orden y con carácter ejemplarizante para otros sectores.

Durante 2016, las islas atrajeron cerca del 10% del volumen total de inversión hotelera en España, lo que demuestra el interés que generan el archipiélago y la capacidad económica para poder invertir en estrategias de sostenibilidad.

En la agricultura, el crecimiento de las energías renovables va a ser fundamental para hacer sostenible las zonas regables que puedan mantenerse de acuerdo a los escenarios climáticos esperados y como pasaporte de supervivencia para un sector en el que ha caído drásticamente la renta agraria en los últimos años. El modelo de energía renovable distribuida es idóneo para el ámbito rural debido al elevado minifundismo de las Islas Baleares (el 52% no supera las 5ha.) y se ajusta bien a las necesidades de suministro energético del sector agrario y ganadero: sistemas de riego, de inyección de abono, de agua caliente, de seguridad, etc.

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Las ciudades van a ser protagonistas de esta transición energética. El gran reto será la integración arquitectónica de las tecnologías renovables en los edificios y también en el espacio público (mobiliario urbano, sistemas de sombreado, cubiertas de aparcamientos, marquesinas…).

Además, la penetración de las energías renovables en los entornos urbanos también dará coherencia a la puesta en marcha de otras políticas sectoriales y otras iniciativas de referencia en Baleares. Baleares es ya el primer territorio de España en cuanto a número de puntos de recarga de vehículo eléctrico per cápita y el segundo en números absolutos. La electrificación de la movilidad en las Islas tiene que estar necesariamente vinculada a la transición a un mix eléctrico mayoritariamente renovable.

Las mejores estrategias para el crecimiento de las energías renovables en la industria son la promoción de esquemas de autoconsumo compartido y microrredes, los contratos bilaterales y el desarrollo de proyectos de simbiosis industrial en los polígonos o grandes áreas empresariales. Estos lugares representan un espacio de gran extensión con cantidad de superficie desaprovechada adecuada para la implantación de renovables distribuidas. Además agrupan a grandes consumidores de energía y grandes generadores potenciales y también confluyen una buena parte de pequeñas y medianas empresas ávidas de construir relaciones comerciales o vínculos empresariales.

La coyuntura del marco político actual favorece la transición energética en Baleares. La política comunitaria acaba de actualizar al alza los objetivos de penetración de renovables; el nuevo gobierno socialista pretende implementar una acción climática que apueste por las energías limpias y el cierre progresivo de las centrales térmicas, y el gobierno autonómico está trabajando para la adopción de una ley de cambio climático ambiciosa y de referencia a nivel regional en Europa. Sin embargo, no bastará con adoptar fuertes compromisos climáticos y energéticos, habrá que aplicar las políticas sectoriales e industriales necesarias que garanticen la creación de empleo de calidad y la sostenibilidad de la economía local. Es la hora de la acción.

 

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