Canarias, un destino turístico que quiere ser más sostenible

Canarias, un destino turístico que quiere ser más sostenible.
Laura Villadiego

El archipiélago ha lanzado una ambiciosa estrategia que busca descarbonizar su economía de aquí a 2040 y que tendrá al sector del turismo, una industria fundamental en la economía regional, como un pilar clave.

El árido paisaje de las Minas de San José, en el Parque Nacional del Teide, bulle a pesar del frío matutino. Cientos de turistas exploran recovecos y se hacen fotos con las peculiares vistas. “Desde que hay redes sociales, esto está lleno siempre”, asegura una de las guardas del parque. El Parque Nacional del Teide parece una estampa sacada de otro planeta, sólo rota por las decenas de coches que suben y bajan por las escasas carreteras que cruzan el paraje.

En un futuro próximo, la visita al Teide será muy diferente, explica el viceconsejero de Lucha contra el Cambio Climático del Gobierno de Canarias, Miguel Ángel Pérez. “El Parque Nacional del Teide tendrá unos puntos lanzadera donde las personas que quieran visitar el parque no tengan que acceder con vehículo propio privado para poder disfrutar del Teide con una visita más sostenible”, explica. Así, el parque nacional más visitado de España recuperará parte de su esencia original y ayudará además a reducir la huella de carbono del principal sector económico del archipiélago.

Esta es sólo una de las medidas que el gobierno de Canarias ha planteado para hacer más sostenible no sólo su sector turístico, sino toda su economía. Así, el gobierno regional ha presentado recientemente el Plan de Transición Energética de Canarias, una ambiciosa estrategia que plantea descarbonizar el archipiélago en 2040, una década antes que lo exigido por Europa. Este objetivo está en consonancia con la situación de emergéncia climática reconocida por los científicos del IPCC de Naciones Unidas y declarada también por el Gobierno Español.

El Plan se estructura en torno a 8 estrategias sectoriales - autoconsumo fotovoltaico, almacenamiento energético, vehículo eléctrico, generación gestionable, geotermia, energías renovables marinas, hidrógeno verde y gestión de la demanda y redes inteligentes - y tendrá un objetivo intermedio a 2030, donde se pretende alcanzar un 60% de penetración de energías renovables. En la actualidad, las energías renovables suponen cerca de un 20% de la potencia instalada en el archipiélago.

“La [energía] solar y la eólica son las que van a marcar el camino”, explica Gonzalo Piernavieja, director técnico de i+D+i del Instituto Tecnológico de Canarias, organismo encargado de desarrollar la estrategia. Según el especialista, el mix energético futuro probablemente tendrá también geotermia y se respaldará sobre hidrógeno verde, además de hidraúlica. “En nuestra visión del Plan de Transición Energética, las centrales actuales que consumen combustibles fósiles serán cada vez más pequeñas y cada vez más limpias, con la idea de que consuman hidrógeno en el 2040 todas, pero como respaldo a las energías renovables no gestionables”, asegura.

En esa estrategia, el sector turístico, que suponía un 35% del PIB antes de la pandemia, será clave. “Si algo hemos tenido claro desde el gobierno de Canarias es que la alianza con el sector turístico es prioritaria para lograr esa descarbonización. Por lo tanto, es importante descarbonizar todo ese sector”, asegura el viceconsejero Miguel Ángel Pérez. Así, el viceconsejero explica que la alianza iría encaminada a desarrollar el autoconsumo en los hoteles y en “en adaptar todos los complejos hoteleros y centros turísticos a zonas de bajas emisiones, zonas de economía circular y zonas donde la biodiversidad tenga un papel fundamental en el juego de la descarbonización en Canarias”.

Así, el gobierno está preparando también una nueva Ley de Biodiversidad y Recursos Naturales, que incluirá toda una serie de medidas para la conservación de hábitats y especies silvestres e introducirá el primer listado de ejemplares protegidos con las principales representaciones de cada isla. Canarias ya es la comunidad autónoma con un mayor porcentaje de superficie protegida, con un 42% del territorio, según datos de la Europarc para 2018.

Sin embargo esa singularidad puede ser también uno de los retos de la descarbonización canaria, explica Gonzalo Piernavieja. “En islas donde el patrimonio territorial y de biodiversidad es enorme, como las Islas Canarias, donde [cerca del] 50 por ciento del territorio está protegido, y por tanto, no se puede poner nada ahí o excepcionalmente se puede poner muy poca cosa; es un reto mucho mayor. Porque hay que buscar los sitios donde puedan ir todas esas infraestructuras, que son muchísimas las que quedan por instalar”, explica.

Cómo hacer de Canarias un destino más sostenible

Adeje, en la costa suroccidental de Tenerife, es bien conocida por sus playas de arenas volcánicas y sus hoteles de 5 estrellas. Unos pocos kilómetros tierra adentro se esconde otro tesoro, de momento menos conocido; un bosque tropical en ciernes que quiere convertirse en el pulmón del municipio. “Es un proyecto muy especial porque no es un parque urbano más. Se está reproduciendo un bosque tropical productivo”, explica Carlos Borromeo, técnico encargado de la plantación. Eso implica que se están seleccionando cuidadosamente las variedades vegetales que serán no sólo decorativas, sino también alimenticias. Y en un futuro no muy lejano, el bosque será capaz de mantenerse por sí mismo sin apenas intervención humana.

El bosque de Adeje es uno de los proyectos de la localidad tinerfeña para compensar sus emisiones de carbono. “Pretende cumplir también una función social, para que las personas locales y los turistas puedan tener este espacio disponible para visitarlo”, explica Borromeo. Así, los plátanos, los aguacates, los kiwis o las berenjenas no sólo crearán un entorno único en Canarias, también secuestrarán parte del dióxido de carbono generado en la ciudad, también de su sector turístico.  

Más allá de iniciativas como la de Adeje, Canarias tiene un gran potencial a la hora de convertirse en un destino turístico sostenible, asegura Roque Calero, catedrático de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.“Si hay un sitio en el mundo que puede tener un máximo nivel de sostenibilidad, se llama Canarias”, explica el ingeniero.

Sin embargo, para ello será necesario un cambio de modelo que busque otro tipo de turista. “¿Cómo hacemos para mantener el empleo y llenar camas? Hay que alargar la estancia del turista”, asegura Calero. “¿Y cómo se alarga la estancia del turista? Con más actividades extrahoteleras, culturales, deportivas o formativas”. Algo que, para Calero, es posible hoy en día en el que el trabajo en remoto se ha extendido y la jubilación es más activa.

Ese alargamiento de la estancia podría compensar una de las principales debilidades de Canarias a la hora de descarbonizar su sector turístico: su dependencia del avión como transporte desde Europa. “Ya se están penalizando los vuelos aéreos y a Canarias solamente se puede venir en avión. Ahí tenemos una amenaza real”, explica. Y podría suponer además un ahorro de energía para un turista del norte de Europa que tiene un alto consumo de energía en su país de origen, especialmente durante los meses de invierno. “El consumo energético en Canarias puede ser mucho más bajo y el coste inferior si se utilizan energías renovables”, concluye el ingeniero. 

 

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Vista de las Minas de San José en el Parque Nacional del Teide

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