Prevención y gestión de residuos biopeligrosos

El Departamento Confederal de Medio Ambiente y la Federación Estatal de Sanidad de CC.OO. han elaborado un documento de “Criterios de gestión de los residuos biopeligrosos”. Nuestra pretensión con este trabajo no es otra que tomar postura, dentro de los marcos actuales de gestión que se están desarrollando, por un sistema de gestión de este tipo de residuos, consistente en el tratamiento por autoclave “in situ”; es un sistema alternativo, fácil de implantar y con significativas ventajas desde su viabilidad socio-sanitaria, laboral, ambiental y, a medio plazo, económica.

Nos definimos por un sistema centralizado frente al de tipo descentralizado, porque nos ofrece una serie de ventajas: precisa de menor número de instalaciones, almacenamiento, transporte, rentabiliza más los recursos humanos y técnicos y como consecuencia abarata los costes, garantiza control y calidad; esto demandaría una planificación más racional de las instalaciones y de la organización del trabajo.

Apostamos por el tratamiento por autoclave “in situ” frente a otras técnicas de tratamiento de residuos sanitarios biopeligrosos como la incineración o la gasificación. Para este tipo de residuos hospitalarios este sistema se considera de toda garantía, eficaz y de calidad, reduce al mínimo los riesgos derivados de la manipulación de residuos infecciosos, siempre que se respeten la normativa e instrucciones que regulan el proceso de tratamiento. No inventamos nada nuevo, hace más de diez años que las autoridades sanitarias de la República Federal de Alemania lo autorizó como método de desinfección térmico para este tipo de residuos sanitarios, y en algunos hospitales significativos de nuestro país ya se ha introducido.

Consideramos incluidos en esta categoría los residuos infecciosos, los cultivos y agentes infecciosos, agujas y residuos punzantes y cortantes, sangre y hemoderivados, etc.

Consideramos excluidos claramente los residuos líquidos contaminados con microorganismos, residuos anatómicos, residuos radiactivos, residuos citostáticos y químicos en general.

Los centros sanitarios, principalmente los hospitalarios, son de los más importantes productores de residuos biopeligrosos, de ahí la trascendencia que tiene una buena gestión y eliminación de los mismos para no originar riesgos tanto para sus trabajadores/ as y para los pacientes, como para la salud pública y el medio ambiente.

Estos residuos aunque cuantitativamente no son los más relevantes, cualitativamente y debido a su especificidad tienen una importancia y trascendencia que obliga a cuidarlos y vigilarlos desde su origen hasta su eliminación.

En la práctica, aún hoy, en muchos centros sanitarios públicos, y mucho más en los privados detectamos que la adecuación de envases, la correcta clasificación de los residuos en los diferentes servicios sanitarios y, a veces, la información sobre su manejo no siempre es la más adecuada, aunque reconocemos que en este tipo de residuos posiblemente es donde más se está trabajando últimamente para mejorar su gestión. La supervisión y las medidas de control del proceso no siempre se hace adecuada ni puntualmente por los responsables actuales de los centros. No se controla la clasificación en origen de estos productos que facilitaría su gestión, y el riesgo se reduciría a mínimos si se respetan escrupulosamente las recomendaciones para su manipulación, así se reducirían entre otros riesgos, los accidentes biológicos entre los profesionales sanitarios que van creciendo durante los últimos años.

En nuestro país no existe una normativa uniforme en la recogida, transporte y eliminación de los residuos biopeligrosos, y de hecho los criterios para una correcta gestión en ocasiones no son coincidentes y en la práctica los hechos lo demuestran que cada CC.AA. fija su tendencia en las diferentes fases del ciclo de gestión de estos residuos, allí donde lo regulan y donde tienen configurado un Plan Integral de Residuos Sanitarios.

Los Servicios de Prevención deben informar sobre la mejor gestión interna de los residuos y quienes deben evaluar los riesgos y los resultados periódicamente, para terminar proponiendo un Plan de Prevención que incluya la Gestión de estos Residuos en cada centro sanitario como consecuencia de una rigurosa evaluación y con el fin de, si no eliminar, sí disminuir el riesgo de accidente o enfermedad infecciosa. El riesgo mayor para los trabajadores y trabajadoras sanitarios que manipulan estos productos biológicos propios de la actividad profesional proviene de una mala gestión en su proceso (segregar, transportar, almacenar, eliminar), de forma que si no se les da un tratamiento adecuado generan un riesgo real de infección para los trabajadores/ as expuestos o para la salud pública a través del medio ambiente. Otro riesgo puede aparecer durante el transporte interno y externo de estos residuos.

La formación, la información y la participación, ante previsibles riesgos, son el mejor instrumento preventivo que hay que potenciar entre todos los trabajadores/as del ámbito sanitario y principalmente entre aquellos más directamente implicados en la exposición y manipulación de otros residuos. La formación de los trabajadores/as en la gestión de los residuos biopeligrosos debe ser objetivo prioritario, ya que de lo contrario dicha gestión estaría mutilada si se planifica y se dota suficientemente pero se descuida la formación, la sensibilización y el adecuado entrenamiento en el manejo de estos residuos. La información es un elemento clave para el personal sanitario que con frecuencia subestima los riesgos de su actividad cotidiana por el hecho de estar habituado a convivir con ellos. La participación de los trabajadores/as expuestos es fundamental si pretendemos que la planificación sea efectiva.

Los Delegados/as de Prevención tienen aquí una tarea y una responsabilidad desde los Comités de Seguridad y Salud. Deben ejercer la participación directa observando y fiscalizando el proceso, escuchando a los trabajadores/as afectados, proponiendo y promoviendo iniciativas formativas e informativas y, en último caso, denunciando el reiterado incumplimiento o irresponsabilidad de la empresa a la hora de conseguir una prevención y gestión correcta de los residuos biopeligrosos. Se trata, por tanto, de promover alternativas como la presente de tratamiento de estos residuos “in situ” por autoclave y su posterior eliminación como residuo común, frente a otras tendencias como transportar y centralizar el tratamiento a nivel autonómico o provincial para subcontratar el tratamiento de estos residuos en grandes empresas. Pretendemos que este documento recientemente publicado, “CRITERIOS DE GESTIÓN DE LOS RESIDUOS BIOPELIGROSOS”, sea una herramienta de la máxima utilidad para todos los implicados en la Salud Laboral y el Medio Ambiente: Administración, Empresas, Profesionales y Delegados/as de Prevención. Se lo hacemos llegar al Mº de Sanidad-Insalud, a los Consejeros de Salud de las CC.AA. a los Gerentes de los centros sanitarios y Servicios de Prevención, y a nuestros Delegados/as de Prevención, para tenerlo en cuenta y defenderlo a la hora de legislar o regular la gestión de estos residuos.

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Pedro Briso-Montiano
Responsable de Medio Ambiente y Salud Laboral
Federación Estatal de Sanidad de CC.OO.
Plaza Cristino Martos, 4 - 28015 Madrid
Tel: (91) 540 92 85. Fax: (91) 547 60 41

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