Acción sindical y su lugar en los espacios naturales protegidos

Francisco J. Cabezos Secretario de Medio Ambiente de FSC-CCOO. Luis Molina Técnico de la Secretaría de Medio Ambiente FSC-CCOO

La conservación de los espacios naturales protegidos es una de las principales herramientas para la conservación de la biodiversidad.

Así se define en el Convenio de la Diversidad Biológica, donde se manifiesta que "las áreas protegidas son la piedra angular de la conservación de la biodiversidad para mantener los hábitats clave, proporcionar refugios, permitir la migración de especies y su movimiento así como garantizar el mantenimiento de los procesos naturales a través del paisaje".

La biodiversidad se pierde debido, entre otras causas, a la destrucción y fragmentación de los hábitat, a los cambios de uso del suelo, al uso insostenible de los recursos naturales, a la contaminación, a la cada vez mayor proliferación de especies exóticas invasoras y a los efectos producidos por el cambio climático. Si todo lo anterior lo unimos a una falta de políticas claras y efectivas el resultado es desalentador:

  • Afección de manera singular a las personas más vulnerables y necesitadas en el tercer mundo que dependen directamente de la biodiversidad para su alimentación, medicinas, transporte, cobijo, etc. A grandes rasgos, 3000 millones necesitan del mar y sus costas, 1600 millones de los bosques y 1000 millones de los humedales, lo que supone más del 70 % de la población mundial. 
  • El impacto negativo sobre la biodiversidad del sistema productivo actual no está interiorizado en los costes de lo producido ni en las métricas de la economía mundial. Así, la destrucción de un bosque tras un incendio no reduce el Producto Interior Bruto de nuestro país, sino que lo aumenta, pues prácticamente sólo se tiene en cuenta la puesta en el mercado de la madera quemada que luego se tiene que sacar. 
  • El importe anual de la pérdida global de los servicios que nos ofrece la biodiversidad equivale a 50 000 millones de euros, contando sólo los ecosistemas terrestres. La pérdida acumulada de bienestar podría alcanzar el 7% del PIB en 20501.
  • Se está perdiendo la oportunidad de realizar nuevos proyectos empresariales en recursos naturales valorados en dos a seis billones de dólares americanos. 2 En la misma línea, el riesgo que lleva aparejado la pérdida de biodiversidad en las empresas es un hecho muy preocupante.

¿Todo lo anterior tiene repercusión en el empleo? Sí. Hay riesgo de perder infinidad de trabajos y se hurta la posibilidad de generación de miles de empleos verdes.

Analizando un ámbito mas cercano, en España existen un total de 1620 espacios naturales protegidos (ENP) distribuidos por 1081 municipios y ocupando algo más de 6,1 millones de hectáreas, y todos ellos con algo en común, un escenario manifiestamente mejorable si nos atenemos a los siguientes datos:

  • Multitud de espacios protegidos no cuentan con su correspondiente plan de ordenación de recursos naturales (PORN) o plan de gestión según la normativa de su promulgación3. El 60% de los parques nacionales, el 20% de los parques naturales y el 64% de las reservas no tienen PORN, y aún hay seis parques nacionales y la mitad de los parques naturales que no tienen plan rector de uso y gestión (PRUG)4
  • El 49 % de los parques donde las estructuras de gestión están más definidas, no cumplen con los tres requisitos básicos que EUROPARC-España determina para la gestión activa: plan de gestión, presupuesto y personal asignado.
  • En España, país con más de un millón de kilómetros cuadrados de aguas jurisdiccionales, sólo 255 000 hectáreas (menos del 0,3 %) se encuentran protegidas. Únicamente se han declarado 10 reservas marinas de interés pesquero (no es figura de ENP) y competencia estatal para protegerlas de la pesca abusiva.

«Nuestra presencia sindical en las juntas rectoras y patronatos de los ENP es útil y enriquecedora, pues es en estos órganos donde se representan los planteamientos e intereses sociales y ambientales para su gestión» La Constitución Española de 1978 recoge en su artículo 45 la necesidad de solidaridad colectiva para prevenir o en su caso reducir los efectos que la actividad económica pueda tener sobre el medio ambiente y remediar los daños que esta pueda producir, así como el compromiso que desde todos los ámbitos de actuación, incluido el sindical, debemos tener para el logro de estos objetivos.

Llegados a este punto creemos que hay sobradas razones para que los sindicatos nos ocupemos de la protección de los espacios naturales, cuando menos los de alto valor ecológico, para que su gestión sea adecuada y responda a criterios de conservación de la vida natural y de sostenibilidad.

¿Donde estamos?

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Desde hace tiempo CCOO reivindica la presencia sindical en los órganos de participación social (patronatos o juntas rectoras) que se han ido constituyendo en los distintos espacios protegidos, derivados de la normativa ambiental de aplicación. En la actualidad, CCOO forma parte del patronato del parque nacional de Sierra Nevada y de las juntas rectoras de todos los Parques Naturales de Andalucía, así como de los órganos de participación de algunos de los de Baleares, País Valenciano, Cataluña y Extremadura y en el Consejo Regional de Espacios Protegidos de Castilla y León.

¿Cuales son los problemas que encontramos en nuestra actuación?

La problemática en cada uno de los ENP es diferente, tanto por la temática, población a la que influye y sectores afectados como por el grado de conflictividad al que se llega.

El primer problema son los órganos de participación que, cuando existen, las más de las veces ignoran el valor de nuestra representación sindical al mismo nivel que otras organizaciones, como empresariales, propietarios forestales, cazadores o ambientalistas.

El segundo suele ser el cumplimiento de la propia legislación autonómica y estatal del ENP, desde la declaración hasta la promulgación del PORN cuando es preceptivo.

El siguiente de la lista tiene que ver con su financiación. Pocos tienen un presupuesto asignado, y éste pocas veces resulta suficiente. Las subvenciones todavía tienen escaso reflejo ambiental y están muchas veces políticamente "acomplejadas" por indemnizar a los sectores económicos debido a un supuesto déficit de desarrollo, en vez de impulsar un nuevo desarrollo económico sostenible que genere empleo y conserve la biodiversidad.

Ligada a la financiación solemos encontrarnos con una escasa asignación de recursos humanos propios del parque y la creciente privatización de los servicios públicos de éste.

La prevención de riesgos laborales de las plantillas, así como la seguridad ciudadana ante las catástrofes ambientales (incendios, inundaciones, etc) son también nuestro caballo de batalla.

Y, por último queda hablar de la información y la educación ambiental. El binomio biodiversidad y su implicación en nuestra calidad de vida no son conocidos por la ciudadanía. Encuestas realizadas a nivel europeo6 nos permiten saber que todavía un 30 % de los españoles no han oído hablar del término biodiversidad (frente al 34% europeo), y de los que sí lo reconocen, el 39 % no conoce bien su significado. La población piensa que la biodiversidad únicamente se refiere a la protección de unas pocas especies emblemáticas, que cubre un aspecto casi puramente moral, ignorando o dejando como un aspecto secundario el impacto socioeconómico del asunto.

Un discurso focalizado en la protección de espacios y especies, sin una visión más amplia que recoja los beneficios directos e indirectos sobre el desarrollo socioeconómico de las áreas de influencia provoca que la población local no se sienta vinculada ni privilegiada por estar en un ENP. Agricultores, ganaderos, propietarios forestales, etc. han permanecido ajenos o incluso contrarios a la creación de entornos naturales protegidos debido a una falta de información y formación sobre los objetivos de conservación, así como por una falta de sensibilidad de las administraciones públicas.

Nuestro sindicato ha considerado especialmente importante participar en las políticas de gestión que las administraciones públicas desarrollan en los espacios naturales protegidos, el desarrollo socioeconómico de las áreas donde se encuentran y la situación de todos los trabajadores y trabajadoras que dependen directa o indirectamente de ellos. Sólo a través de una participación social activa se logrará que la gestión de los espacios naturales protegidos sea eficaz y sostenible. 

 

(1) Editorial del boletín de información Naturaleza y Biodiversidad de la Comisión Europea. Número 28 Junio 2010. Página 2.
(2) TEEB FOR BUSINES. The economics of ecosystems and biodiversity report for business. 2010. http://www.teebweb.org/ForBusiness/tabid/1021/Default.aspx
(3) Anuarios de estadística forestal del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino
(4) y (5) Anuario 2009 Europarc-España del Estado de los espacios naturales protegidos
(6) Comportamientos hacia la biodiversidad. ¿Qué opinan los europeos sobre la biodiversidad? Eurobarómetro nº 290 de Marzo de 2010. 
http://ec.europa.eu/public_opinion/flash/fl_290_en.pdf

Las claves para conservar la biodiversidad

  • Los ENP se crean para conservar la biodiversidad, no solo por los aspectos ambientales, sino también porque evitan el despoblamiento rural y son creadores de riqueza y empleo. 
  • Tiene que tener un órgano de participación en el que estén representados los trabajadores y trabajadoras. 
  • Todo parque o reserva debe emanar de un PORN, tal y como prescribe la normativa al efecto y tiene que tener un plan de gestión para el año en curso y una memoria anual sobre las acciones realizadas en el año anterior para poder realizar un seguimiento. 
  • Debe contar con un presupuesto específico y suficiente. 
  • Debe tener una plantilla formada por empleados públicos capaz de acometer el plan de gestión y los objetivos de conservación del parque. 
  • Toda inversión pública en un ENP debe realizarse preservando los valores ambientales y generando el mayor número de empleos de calidad posibles. 
  • Las actividades en el seno del ENP deben orientarse a la obtención de certificados ambientales de sistemas de gestión ambiental, tales como EMAS, certificación forestal FSC, agricultura ecológica, pesca sostenible MSC (Marine Stewardship Council) etc. 
  • La información y educación ambiental son indispensables para trasladar a la ciudadanía en general y a la población local en particular la necesidad de conservar la biodiversidad no sólo por sus aspectos morales, sino también por que es la base de nuestra economía y bienestar social.

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