El desarrollo económico de España en los últimos años, basado en el dinamismo de la construcción de viviendas (4,5 millones en el periodo 2000-2005) y en un modelo turístico asociado a la urbanización de terrenos próximos a grandes instalaciones de ocio (campos de golf, parque temáticos, estaciones de esquí), está muy ligado a la urbanización del territorio y al relativo incremento de las demandas de agua
Se trata de un modelo asociado a la expansión de los núcleos urbanos en general y a la configuración de dorsales urbano-turísticas en territorios costeros. En estas áreas, además, como ha ocurrido en el litoral mediterráneo, ha habido un incremento exponencial de la superficie destinada a la agricultura de regadío paralelo a la expansión urbanística.
Estas son las causas estructurales de las dificultades históricas para satisfacer las demandas de consumo actuales. En periodos de sequía –entendida ésta como reducción anormal, temporal y transitoria de recursos hídricos en términos de precipitación (sequías meteorológicas) o de aportaciones (sequías hidrológicas)– estas dificultades se transforman en una crisis de abastecimiento que puede conllevar incluso restricciones al consumo doméstico.
Agua y territorio
La urbanización del territorio provoca impactos ambientales, sociales y económicos indeseables pero, en general, en lo que concierne a la gestión de los recursos hídricos, un análisis detallado de los datos existentes permite determinar que, en el fondo, no es la urbanización lo que realmente provoca dificultades para el abastecimiento –puesto que su importancia es relativa dentro de las demandas generales– sino el modelo de desarrollo territorial y la gestión de los recursos dominante en las administraciones públicas. Naturalmente, hay notables excepciones, como son la Comunidad de Madrid o el área urbano-industrial alrededor de Barcelona, que requieren una reflexión independiente.
La encuesta del agua de 2003, según una nota de prensa del Instituto Nacional de Estadística (INE), aporta los siguientes sobre las poblaciones de más de 2.000 habitantes :
Como conclusión, si partimos de la tesis de que un desarrollo urbanístico de un territorio concreto para ser sostenible debe estar condicionado por la existencia de un sistema sostenible de abastecimiento de agua, se puede decir que la modificación del modelo de gestión actual del abastecimiento urbano hace posible la sostenibilidad del sistema.
Ángel Muñoa Blas. Departamento Confederal de Medio Ambiente de CCOO