Faltan normas que fomenten el ahorro energético en la edificación

Desde CC.OO. llevamos mucho tiempo denunciando la práctica inexistencia de medidas que frenen el espectacular incremento de la demanda de energía. No hay un Plan de Ahorro y Eficiencia Energética, no hay una fiscalidad ni una política de precios energéticos adecuadas (en términos relativos cada vez es más barata la energía) y tampoco hay una adaptación de los obsoletos requerimientos constructivos para la climatización y el confort acústico.

Esta primavera se ha disparado el consumo energético por causa, entre otras circunstancias, del aumento de la climatización con aire acondicionado para afrontar la ola de calor que se ha producido. En vez de construir con criterios bioclimáticos y de aislar las viviendas y edificaciones, la tendencia es usar cada vez más combustibles fósiles para calefacción y más electricidad para aire acondicionado. En este contexto, diez organizaciones sociales, entre las que se encuentra CC.OO., están desarrollando una campaña de presión hacia las autoridades para que se desarrolle una normativa más estricta en lo que se refiere a los requisitos técnicos de los factores energéticos en la edificación. El primer paso que han dado ha sido el de enviar a los grupos parlamentarios de las Comisiones de Medio Ambiente y de Infraestructuras del Congreso de los Diputados una carta en la que solicitan que se pregunte al Gobierno sobre el retraso de más de un año, respecto de las previsiones de la Ley de Ordenación de la Edificación, en la actualización de las normas térmicas y acústicas recogidas en el borrador de Código Técnico de la Edificación (CTE). Sindicatos, ecologistas y consumidores (CC.OO., UGT, WWF/ADENA, Ecologistas en Acción, ASGECO, CECU, FUCI, OCU, UCE y UNAE) consideran que las vigentes normas españolas que regulan estos aspectos, la NBE/CT 79 y la NBE/CA 88, con una obsolescencia de 25 y de 14 años respectivamente, no se ajustan en absoluto a los compromisos internacionales como el de Kioto, a la sensibilidad medioambiental de la sociedad actual, ni a las expectativas respecto de la calidad de vida y el confort al que aspiran los ciudadanos. Por ello, estas organizaciones sociales han solicitado su modificación, ya sea en el marco del Código Técnico de la Edificación o fuera del mismo.

ACTUALIZACIÓN DE LAS NORMAS

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En este sentido, los firmantes justifican la inmediata actualización de las normas térmicas atendiendo a:

  • Los compromisos de Kioto sobre emisión de gases de efecto invernadero, respecto a los que el Estado español tiene uno de los peores comportamientos de la UE al superar los límites en 20 puntos.
  • La disminución de la factura energética de las economías domésticas, más si se tiene en cuenta la carestía de la vivienda, el alto grado de dependencia energética del Estado español y la creciente demanda de energía, tanto en verano como en invierno.
  • La rápida amortización de las mejoras que se introduzcan en las condiciones térmicas de los edificios.
  • La necesidad de converger con las normas térmicas de países de nuestro entorno (p.e. con Francia), que, además, han acometido su actualización. En relación con las normas acústicas, los firmantes alegan para su actualización:
  • La consideración del ruido como un factor de contaminación ambiental que afecta a la calidad de vida y a la salud de los ciudadanos.
  • La caracterización de muchas ciudades españolas como ruidosas o altamente ruidosas y, por ello, incómodas para habitantes y visitantes.
  • La obsolescencia, la menor exigencia de nuestras normas y el uso de criterios divergentes respecto de los empleados en otros países de nuestro entorno.

LAS ORGANIZACIONES SOCIALES PROPONEN

  1. La permanencia de un solo nivel de exigencia térmica (el más exigente), ya que de subsistir dos, como plantea el borrador, nos alejaríamos de la convergencia con otros países en cuanto a requerimientos y se fomentaría la existencia de viviendas de primera y segunda calidad térmica, que perjudicaría a los ciudadanos con menores niveles de renta al tener que afrontar a lo largo de los años un mayor coste energético.
  2. La supresión de la referencia a las «soluciones aceptadas» (conjunto de soluciones que su sola aplicación presupone que se cumplen las previsiones normativas) porque obligaría a los ciudadanos, en caso de desacuerdo, a destruir esa presunción por vía judicial.
  3. La comprobación del cumplimiento de las condiciones acústicas se efectúe por medio de «mediciones in situ», como sucede en buena parte de los países de la UE, ya que las mediciones en laboratorio se realizan en condiciones ideales que en la práctica no se producen. Las organizaciones sindicales, ecologistas y de consumidores se han dirigido también a los responsables electorales de los principales partidos políticos para que en sus respectivos programas de las pasadas elecciones autonómicas y municipales incluyeran medidas políticas para incrementar las exigencias técnicas en la edificación, en el nivel competencial correspondiente, para fomentar el ahorro de energía y la eficiencia en su uso.

Más información:

Carlos Martínez Camarero
Dpto. Medio Ambiente CC.OO.
C/ Fernández de la Hoz, 12.
28010 Madrid
Tel.: 917 028 060.
Fax.: 913 104 804
cmcamarero@ccoo.es

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