La salud laboral, una apuesta de CC.OO.

El pasado día 5 de junio, tuvo lugar en Madrid un encuentro general de delegados y delegadas de prevención, coincidiendo con el Día Mundial del Medio Ambiente. Se trataba del primer gran acontecimiento de estas características que se organiza con delegados y delegadas de prevención desde la entrada en vigor de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y, por lo tanto, de la primera ocasión en la que el conjunto de delegados y delegadas de prevención de CC.OO. hacíamos balance de nuestra actividad en los centros de trabajo. También queríamos poner de manifiesto la gran relevancia que el trabajo sindical en salud laboral ha ganado en los últimos tiempos en el conjunto de la organización.

«El movimiento sindical ha sido tradicionalmente productivista, pero los límites naturales al crecimiento productivo y los impactos ambientales provocados por las modernas sociedades industriales están poniendo en cuestión la continuidad del modelo convencional de desarrollo».

El encuentro se desarrolló de forma ejemplar tanto en lo organizativo como en las ponencias que allí se expusieron. En primer lugar intervino Javier López, secretario general de la Unión Sindical de Madrid Región, como organización que recibía a los delegados y delegadas del resto del Estado. Posteriormente, José María Fidalgo, secretario general de la Confederación, hizo la intervención central en la que repasó todo el trabajo pasado del conjunto del sindicato y expuso las líneas maestras del trabajo futuro.

A partir de ese momento, se empezaron a desgranar, en intervenciones breves pero de gran interés, un panel de gran variedad que recorrió el conjunto de los principales campos de actuación que se están afrontando a todos los niveles, confederal, federal y en los propios centros de trabajo. En este último caso, con brillantes exposiciones de delegados y delegadas de prevención que nos expusieron cómo habían solventado sindicalmente problemas de gran complejidad en sus centros de trabajo.

En el encuentro, tanto el secretario general, José María Fidalgo, como Joaquín Nieto, secretario de Medio Ambiente y Salud Laboral, pusieron un gran énfasis en resaltar también la importancia de nuestra intervención sindical en el campo medioambiental.

En este sentido, el movimiento sindical, nacido con la revolución industrial, ha sido tradicionalmente productivista, pero los límites naturales al crecimiento productivo y los impactos ambientales provocados por las modernas sociedades industriales están poniendo en cuestión la continuidad del modelo convencional de desarrollo, de carácter productivista.

Se persigue aumentar la producción sin tener en cuenta la insostenibilidad del sistema ni los límites de los recursos naturales, base física de todo el sistema económico. Si no hay cambio de modelo, tarde o temprano habrá una caída global de la productividad y graves problemas ambientales, económicos y sociales.

Aunque la necesidad de estos cambios la plantearon inicialmente los ecologistas, hoy es una cuestión que ocupa la agenda institucional y que nos demanda actuaciones a todos los agentes sociales, incluidos los sindicatos.

Así pues, en la Cumbre de Río, hace diez años, se asumió la necesidad de avanzar hacia el desarrollo sostenible. La reciente Cumbre de Johannesburgo ha concretado la necesidad de cambiar los patrones de producción y consumo, cambios que tendrán notables repercusiones en los sectores y en las empresas.

La Unión Europea decidió hace dos años en Goteborg elaborar una Estrategia para el Desarrollo Sostenible, que añade la dimensión medioambiental al proceso de Lisboa para el empleo, la reforma económica y la cohesión social; que afirma la importancia de «desacoplar» el crecimiento económico del uso los recursos; que revalida sus compromisos sobre cambio climático y Protocolo de Kioto; que reafirma el Sexto Programa de Acción Medioambiental, más ambicioso que los anteriores; que se plantea también nuevas políticas dirigidas al transporte y al uso de productos químicos e introducir cambios en la Política Agraria Comunitaria y en la Política común de Pesca. En estos años diez años, gracias al trabajo de muchos delegados y delegadas de prevención y al apoyo de ISTAS, hemos acumulado una gran variedad de experiencias ambientales positivas en los sectores y en las empresas, todas ellas buenas para el medio ambiente para la salud y para el empleo.

La progresiva introducción de principios ecológicos en la economía no sólo no tiene por qué poner en peligro los puestos de trabajo, sino que incidirá favorablemente en la generación de empleo. La conversión ecológica de las políticas industrial, energética, de transportes y de servicios, aunque suponga la limitación e incluso el abandono de algunos productos o actividades convencionales, generará un nuevo tejido industrial de servicios mucho más amplio, sostenible y duradero y una mayor estabilidad de los empleos asociados.

Tras diez años de experiencias, CC.OO. está en condiciones de dar un gran salto en su actividad medioambiental en las empresas. Dos son los ámbitos en los que centrar esta intervención: 1) la eliminación del riego tóxico, que afecta simultáneamente al medio ambiente a la salud pública y a la salud laboral; y 2) la intervención en los procesos de adaptación a la Directiva y Ley de Prevención Integrada de la Contaminación que tendrán que desarrollar en España unas 6.000 empresas de las más importantes de nuestra industria y que requieren de la participación de los trabajadores. El merecido respeto que CC.OO. ha conseguido.

Más información:

Javier Torres
Dpto. Salud Laboral CC.OO.
C/ Fernández de la Hoz, 12.
28010 Madrid
Tel.: 917 028 066. Fax.: 913 104 864
jtorres@ccoo.es

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