Renovables, una energía con mucho futuro

Que las energías renovables suponen una de las oportunidades de futuro más interesantes para la economía española es un hecho mayoritariamente admitido. Que las energías renovables suponen a día de hoy una importante, y creciente, realidad económica comienza a ser una evidencia innegable.

Son los impactos socioeconómicos de las renovables los que están adquiriendo más importancia en los últimos tiempos, y desde organizaciones sociales como ISTAS las percibimos como un aspecto central

A nivel internacional, según datos del informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP), las inversiones en renovables crecieron un 60% de una forma cada vez más diversificada y en todas las fuentes, con excepción de los biocarburantes. Estos datos adquieren más relevancia si tenemos en cuenta que el informe se realizó econ posterioridad a la crisis crediticia en EEUU. Las inversiones se destinaron fundamentalmente a la UE y EEUU, por este orden, mientras China, India y Brasil atraen una atención creciente de los inversores.

Si nos centramos en la economía española, los datos son también reveladores. Según la Asociación Empresarial Eólica, el volumen monetario de las operaciones en el sector eólico representaron en 2007 entre el 0,21 y el 0,18% del PIB (el sector pesquero representar un 0,14%). Algunas fuentes apuntan a un crecimiento del negocio eólico que rondará el 50% a lo largo de 2008.

La clara orientación exportadora de esta industria se manifiesta en la presencia constante de las empresas españolas en mercado mundial. Estamos habituados a encontrar noticias en la prensa económica referente a las actuaciones de estas empresas en países como EEUU, Canadá, Gran Bretaña o Francia, así como en las llamadas economías emergentes, China e India. Los proyectos en energías renovables se suceden en los lugares más diversos: Marruecos, Turquía, Rusia, México y un largo etcétera.

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El camino iniciado por la eólica como negocio creciente podría ser continuado por el resto de las energías renovables en un futuro. Quedan para ello obstáculos importantes que salvar, como la dependencia excesiva del marco retributivo mostrado por la fotovoltaica en los últimos tiempos, y que han conducido a una sucesión de avisos de cierre de empresas y pérdida de empleos.

La energía solar termoeléctrica podría suponer en un futuro próximo otra ocasión para el desarrollo de una potente industria. Los principales proyectos de vocación comercial se llevan a cabo en estos momentos en nuestro país y en EEUU por promotores españoles.

Se trata sin duda de una oportunidad para una economía que debe aprovechar su actual situación de ventaja en este sector. Además de suponer una importante baza tecnológica, las renovables contribuyen a la lucha contra el cambio climático, reducen la dependencia energética y genera empleos de calidad en comparación a las energías fósiles.

Si bien el empleo no forma parte de los motivos iniciales para el fomento de las renovables. sí representan un medio de “amortizar” socialmente los beneficios de lo que comienza a suponer un negocio futuro lucrativo y una inversión pública por la mejora del medio ambiente y contra la dependencia energética.

Son precisamente los impactos socioeconómicos de las renovables los que están adquiriendo más importancia en los últimos tiempos, y desde organizaciones sindicales como ISTAS las percibimos como un aspecto central. Las potencialidades económicas resultan tanto más atractivas si van acompañadas de ventajas visibles para los trabajadores y la población en su conjunto.

Guillermo Arregui Portillo
Centro de Referencia de Energías Renovables y Empleo de ISTAS. 

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