El campo de desarrollo más importante para los sindicatos en este nuevo milenio lo representa el reto que supone el unir los objetivos de salud y seguridad laboral con los objetivos medioambientales en las empresas y en su entorno. De ahí el interés que tiene trabajar sindicalmente en este sentido, tanto a nivel de formación de los trabajadores como de acciones en los centros de trabajo.
En la clausura del reciente congreso de la CIOSL, celebrado en Sudáfrica, los sindicatos reconocieron oficialmente, por primera vez, la relación que existe entre la salud y seguridad en el trabajo y el medio ambiente como un principio organizativo básico, junto con los derechos sindicales y los valores centrales del trabajo. Los sindicatos que promuevan esta visión de conjunto, a través de la formación y de actuaciones en las empresas estarán mejor preparados para las sacudidas de las próximas décadas.
Los sindicatos pueden promover un desarrollo sostenible en los lugares de trabajo como parte del entorno en el que viven los trabajadores. Existen amplias evidencias que vienen a demostrar cómo el apoyo social de los sindicatos se refuerza allí donde éste se ha volcado en conseguir resultados en los centros de trabajo en estos campos. Estos resultados intensifican a su vez la salud pública y la seguridad en toda la comunidad en la que las empresas se encuentran. En esta línea, hay que destacar una reciente orden ministerial de la Organización Mundial de la Salud por la que se insta a los gobiernos a promover esta unión. Una nueva época se aproxima para los sindicatos y éstos tendrán la oportunidad de aprender de estas experiencias.
Puede decirse que Daphnia representa un avance de los actuales debates sindicales que giran en torno a la implantación de la Agenda 21 y el protocolo de desarrollo sostenible adoptado en Río en 1991, ya que una de las líneas a seguir es la de proporcionar información técnica útil para los trabajadores y proponer actuaciones concretas para avanzar en el cambio y el compromiso ambiental.
Los próximos 50 años estarán marcados por tremendas presiones en la producción de mercancías y servicios para que sean más limpios, con menos derroche energético y para que sean más sostenibles. Los sindicatos que formen parte del cambio serán los que se adapten a través de la formación de los trabajadores y los involucren en los cambios concretos de los centros de trabajo, lo que redundará en una mejora ambiental tanto de su propio entorno laboral como el de su comunidad. Este tema será fundamental para promover el apoyo social a los derechos y valores laborales.
Lucien Royer
Responsable de Salud Laboral y Medio Ambiente de la CIOSL