“Biomímesis. Ensayos sobre imitación de la naturaleza,ecosocialismo y autocontención”

Jorge Riechmann. Los Libros de la Catarata, Madrid, 2006.


Este documentado ensayo de Jorge Riechmann puede presentar una dificultad inicial: el desbordamiento. Es tal el conjunto de documentación, argumentación, reflexión, de nuevos senderos e ideas que se nos ofrecen, que no es fácil abarcar todo ello en una primera lectura. Quedan las relecturas. El magnífico prólogo que Francisco Fernández Buey ha escrito sobre “Filosofía de la sostenibilidad” añade un nuevo aliciente.

El autor inicia su reflexión –que, como él mismo señala, se mueve a caballo entre las ciencias ambientales y la filosofía ecológica– recordando una sugerencia del filósofo donostiarra Javier Echevarría: los filósofos españoles deben abordar los temas de nuestro tiempo sin caer en las tentaciones del absentismo filosófico y la irresponsabilidad. Por ello, el autor de trilogía de la autocontención, que desde luego es un filósofo responsable, aborda con detalle y singularidad estos grandes temas que concreta en los tres siguientes: la crisis ecológica global, la planetaria desigualdad social creciente y los desafíos planteados por la tecnociencia que emergió a largo del siglo XX.

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Uno de los hilos conductores que guían la reflexión de Riechmann puede formularse así: en lo que respecta al desarrollo o al progreso opera una suerte de ley de rendimientos decrecientes; superados ciertos umbrales, seguir avanzando por caminos trillados se torna cada vez más contraproducente. Las “fórmulas antiproductivistas” no expresan ninguna tendencia romántica, trasnochada, mística, desinformada o antiilustrada. Todolo contrario: son muestras de una completa racionalidad no sesgada ni centrada sólo en aspectos parciales de un sistema necesariamente global. Estamos finalizando la era del derroche energético que, como Riechmann señala, no sólo representa una forma imposible de vivir sino que es, además, una forma moralmente injusta de estar en el mundo, una manera vital y estéticamente abyecta de transmitir nuestra herencia a las futuras generaciones.

Riechmann sintetiza en cinco rasgos problemáticos los puntos nodales de la situación actual:

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  1. El problema de la escala: hemos llenado el mundo.
  2. El problema del diseño: nuestra tecnoesfera está mal pensada.
  3. El problema de la eficiencia: somos terriblemente ineficaces.
  4. El problema faústico: nuestra tecnociencia anda demasiado descontrolada y soberbiamente orgullosa de su poder.
  5. El problema de las desigualdades: barreras sociales, crecientes, históricamente inauditas, son el marco en el que se desarrolla nuestra civilización. Frente a estos problemas, Riechmann señala cinco principios básicos: principio de gestión generalizada de la demanda, principio de biomímesis, principio de ecoeficiencia, principio de precaución y principio de igualdad social. Al desarrollo y explicación de estas problemáticas y de algunos de esos principios, está dedicado el grueso de Biomímesis. El concepto que da el título al libro surge de una tradición que tiene en Lewis Mumford, Ramón Margalef, H. T. Odum o Barry Commoner algunos de sus eslabones básicos. Puede definirse así: debemos imitar la naturaleza a la hora de reconstruir los sistemas productivos humanos, con el fin de hacerlos compatibles con la biosfera. Esta categoría, señala Riechmann, desempeña un papel central a la hora de dotar de contenido la idea más formal de sustentabilidad.

Recomiendo vivamente las propuestas ecosocialistas que el autor desarrolla en los capítulos 12-14. La doble faceta de ensayista-filósofo y de poeta queda plasmada en el hermoso capítulo 15 que cierra el volumen: “Todo el sitio para la belleza”.

Salvador López Arnal

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