Un elemento de cuidado

El mercurio se retirará de los centros sanitarios de Aragón.
Rubén Eito. Secretario de Organización. Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO Aragón / Luis Clarimón. Responsable de Medio Ambiente. CCOO-Aragón.

El mercurio es un metal tóxico que actualmente se encuentra presente en el medio ambiente en ríos y mares, en los tejidos de ciertos peces y hasta en la sangre de los bebés recién nacidos. Puede afectar a la salud de las personas y se lo considera un contaminante de importancia global. Es un metal pesado que puede encontrarse en varias formas en la naturaleza.

La presencia del mercurio en el ambiente proviene de diversas fuentes, entre otras, el sector sanitario, que contribuye a aumentar el mercurio ambiental por las emisiones de las incineradoras de residuos sanitarios, los derrames producidos por la rotura de termómetros, tensiómetros, lámparas fluorescentes y otros productos que contienen mercurio. Una vez en el medio ambiente, contamina el suelo o las aguas y puede convertirse en su forma orgánica y ser incorporado por los organismos vivos en sus tejidos.

Afortunadamente existen alternativas al mercurio que actualmente se emplea en las prácticas sanitarias, y adoptarlas progresivamente es no solo posible sino imprescindible si se trata de enfrentar el grave problema de contaminación global que actualmente provoca en el ambiente, los peces y los cuerpos de los seres humanos.

Se estima que en la UE la fabricación de equipos médicos utilizaba en 2006 anualmente más de 33 toneladas de mercurio, de las que entre 25 y 30 se dstinaba a los termómetros. De esta cantidad, unas 8 toneladas acaban emitidas al aire y 27 mezcladas con el flujo de residuos urbanos.

Numerosos hospitales y centros de salud del mundo están eliminando el empleo de mercurio. Existen también regulaciones obligatorias vigentes en varios países europeos y en Estados Unidos para evitar y sustituir los productos con mercurio.

La Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO Aragón está presente en la Comisión Sectorial de Prevención de Riesgos Laborales, máximo órgano en materia de prevención, en el que están representados todos los trabajadores dependientes del Departamento de Salud y Consumo.

La forma de organizarse CCOO permite, al contrario de lo que les sucede a otros sindicatos, contar con un gabinete especializado en Salud Laboral y un Departamento de Medio Ambiente, a los que acude la federación a solicitar asesoramiento con carácter previo a cada comisión sectorial.

En una de esas sesiones preparatorias tuvimos conocimiento de la existencia de la Directiva 2007/51/CE sobre restricciones a la comercialización de determinados dispositivos de medición que contienen mercurio, que fijaba el 3 de abril de 2009 como fecha límite para la retirada de distintos aparatos que contuvieran mercurio y enseguida tomamos conciencia de lo que suponía y de lo que el sindicato tenía que hacer.

Nos dijimos: "Si Europa marca el camino y define unos plazos para la eliminación de un compuesto peligroso para la salud de los trabajadores, CCOO será quien consiga que se haga cuanto antes y en buenas condiciones."

En ese sentido, preparamos una documentación en materia de sustitución del mercurio y solicitamos al entonces secretario general técnico del departamento que pusiera en marcha un plan de sustitución que, anticipándose en el tiempo, nos garantizara la total eliminación de este material peligroso en todos los centros sanitarios antes de la fecha marcada por la directiva europea. Además, se hizo llegar copia de la documentación a la consejera de Salud y Consumo y se consiguió que se tratara el tema en la Comisión Sectorial de Riesgos Laborales del propio departamento. Cuando el tema llega a un órgano de representación es para alcanzar acuerdos y compromisos y allí estuvo la clave. La administración ya no podía argumentar desconocimiento o inespecificidades. El informe entregado por CCOO era contundente. El mercurio es nocivo, la administración publica lo sabe, Europa marca un plazo de retirada definitiva y los trabajadores le dicen a la administración que no quieren esperar al final del plazo, que lo hagan ya.

La dificultad inicial estribaba en dos cuestiones fundamentales, plazos y presupuestos.

Por desgracia, para la administración en algunas ocasiones los presupuestos se anteponen a todo lo demás. Para CCOO la salud de los trabajadores es lo que está por delante y con ese objetivo se trabajó: convencer a la Administración que tarde o temprano se verían obligados a eliminar el mercurio y, mientras se espera, el daño a la salud no desaparece. Es decir, que haya un plazo razonable de eliminación no quiere decir que el mercurio sea inocuo en dicho plazo. Ha sido dañino por muchos años, lo sigue siendo, y la única solución es eliminarlo definitivamente.

La Secretaria General Técnica del Departamento de Salud y Consumo elaboro un informe, Aplicación a determinados dispositivos sanitarios que contienen mercurio, en el que se evaluaba la situación y sentaba las bases para la eliminación de dispositivos con mercurio en todo el Servicio Aragonés de Salud.

Desde CCOO-Aragón logramos convencer al Departamento de Salud que, anticipando los plazos en un momento en el que los presupuestos permitían renovar materiales de no muy alto costo económico comparados con otro tipo de inversiones, iba a suponer una buena inversión en materia de salud laboral y, por qué no, en la mejora a medio plazo del medio ambiente, al retirar un material de un uso que termina, cuando es desechado, en el medio acuático entre otros.

Se consiguió porque los sindicatos como CCOO influimos en las mejoras respecto al medio ambiente y la salud de los trabajadores y en hacer cumplir la normativa. También porque en esta ocasión la Administración fue receptiva a nuestros planteamientos serios y fundamentados, y éste es un buen ejemplo.

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