Entrevista a Pedro I. Marín Uribe, secretario de Estado de Energía

Pedro Marín (Valencia, 1965) trabajó con Miguel Sebastián en la Oficina Económica del presidente del Gobierno antes de hacerse cargo de la Secretaría de Estado de Energía. Licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad de Valencia y Máster en Economía por la London School of Economics, ha ejercido la docencia en la Universidad Carlos III de Madrid, donde es profesor titular en el Área de Economía Aplicada. Marín afirma en esta entrevista que la política energética española debe girar en torno a las energías renovables, sin olvidar la nuclear.

“El sector energético debe convertirse en un vector de innovación, empleo y riqueza que revierta en el conjunto de la sociedad”
La energía debería ser uno de los vértices en el que se sustente el cambio en el modelo productivo del que habla el presidente José Luis Rodríguez Zapatero. ¿Qué se va a hacer desde el Gobierno para transformar el actual modelo energético, insostenible y dependiente del exterior? ¿Se va a mantener el actual mix energético, incluida la energía nuclear?
Nuestra política energética gira sobre la firme apuesta por las energías renovables, el ahorro y la eficiencia energética, así como por la progresiva liberalización de los mercados. Todo ello va dirigido, precisamente, a transformar el actual modelo energético, al que usted califica de forma muy acertada como insostenible y dependiente del exterior.
España dispone hoy de un parque nuclear importante, mayor que el de la mayoría de los países europeos, algo que seguramente muchos desconocen, a juzgar por algunos comentarios críticos al Gobierno. Y porque es importante hoy por hoy no podemos prescindir de una fuente energética que supone alrededor del 20% del suministro de energía eléctrica.
España es líder en energía eólica y algo menos en la solar. Sin embargo, las energías renovables apenas representan un 7% del consumo de energía primaria. ¿Podremos cumplir el objetivo 20-20-20 que establece la Unión Europea?
Las cifras son algo más altas. Las energías renovables en España supusieron en 2008 un 8,2% de la energía final.
Respecto al cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea, creo que España está muy bien posicionada para cumplirlos. Conseguiremos que el 20% de nuestros consumos totales provengan de las energías renovables y que, en el caso de la generación eléctrica, la participación de las renovables crezca hasta el 40%. Para nosotros es muy importante el objetivo de alcanzar un 10% del consumo energético en transporte de origen renovable.
En el escenario energético que está planteando el Gobierno de aquí a 2030, ¿qué papel van a jugar las renovables? ¿Será un escenario acorde con los compromisos que salgan de la Cumbre del Clima?
La respuesta a esta pregunta se desprende de las anteriores. Nuestro compromiso con las renovables es muy serio y apostaremos por las energías limpias todo lo que seamos capaces desde todos los puntos de vista, entre otros el económico.
Es prematuro hablar sobre los compromisos de una cumbre que todavía no se ha celebrado. Para nosotros, lo importante es que España ha decidido caminar hacia la sostenibilidad económica y energética y está aplicando ya políticas en este sentido. Desde este punto de vista, creo que estamos de antemano dentro del espíritu que consagrará la Cumbre de Copenhague.
En la futura ley de renovables, ¿cómo se va a apoyar el desarrollo de las renovables más incipientes y, al mismo tiempo, evitar una "burbuja" tal y como ha ocurrido con la fotovoltaica?
Vamos a promocionar todas las tecnologías renovables y, especialmente, aquellas que todavía se encuentran en fases incipientes de desarrollo. En este sentido, hemos iniciado los trabajos para la elaboración de un nuevo Plan de Energías Renovables 2011-2020, que dará respuesta a los objetivos asumidos por España. El plan contemplará y representará un impulso a la investigación, desarrollo e innovación, y profundizará en la implantación de áreas maduras o más consolidadas, a la vez que incorporará a nivel experimental otras nuevas o apenas desarrolladas, como la geotermia y la energía de las olas.
Respecto a su apunte en torno a la "burbuja", creo que hemos adoptado las medidas para que eso no ocurra. En la pasada primavera, aprobamos una nueva regulación en la que se establecen mecanismos suficientes para planificar las instalaciones de este tipo de energías, el número y el impacto en los costes que se imputan al sistema tarifario.
Uno de los problemas para el desarrollo y la socialización de las renovables en España es que el ciudadano de a pie se encuentra con numerosas trabas burocráticas y financieras para poder instalar, por ejemplo, paneles solares y vender posteriormente la electricidad a la red. ¿Se va a modificar esta situación?
Estamos trabajando para reducir en lo posible las dificultades que puedan encontrarse los ciudadanos. Pero no es sencillo, se trata de tecnologías nacientes sobre las que todavía no tenemos mucha experiencia para saber cuál es la mejor manera de implantarlas y, por otro lado, las conexiones al sistema eléctrico, a la red, plantean serios problemas técnicos.
Recientemente, se ha publicado en EEUU un estudio de la Universidad Rey Juan Carlos en el que se afirma que las renovables no sólo no han generado empleo en España sino que lo han destruido. ¿Cuál es la opinión de la Secretaría de Estado de este informe?
El estudio elaborado por el profesor Gabriel Calzada ha sido criticado en cuanto a su metodología y conclusiones. Sin ir más lejos, el propio Laboratorio Nacional de Energías Renovables (NREL) del Departamento de Energía de EEUU publicó el pasado mes de agosto un informe en el que se desmontaban las principales conclusiones de ese estudio.
El sector de las renovables es uno de los principales motores generadores de empleo en España, y una de las palancas sobre las que se va a sostener la recuperación económica. De hecho, nosotros tenemos calculado que sólo las Empresas de Servicios Energéticos crearán en los próximos años alrededor de 93.000 puestos de trabajo.
A ello añadiría algo más: la contribución de un sector a la riqueza agregada de un país, no debe medirse exclusivamente en términos de empleo. Existen también contribuciones en términos de capital físico, de conocimiento y de formación de capital humano. El sector de las renovables ha contribuido mediante todos estos vectores durante los últimos años y esperamos que así siga siendo en el futuro.
La llamada y pujante economía verde va a encontrar en la energía uno de sus principales yacimientos. Sin embargo, salvo las estimaciones realizadas por el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud, no se han realizado estudios oficiales al respecto. ¿Hay prevista alguna iniciativa en ese sentido?
El sector energético debe convertirse en un vector de innovación, empleo y riqueza que revierta en el conjunto de la sociedad. Esto es, en una palanca que permita a nuestras economías salir de la crisis y migrar hacia un nuevo modelo productivo.
Los sectores asociados a la eficiencia y a las energías renovables desempeñan un papel fundamental en el citado cambio de modelo productivo que está acometiendo España. Como le he dicho, nosotros tenemos nuestras previsiones de empleo, si es a eso a lo que se refiere, y son muy halagüenas.
Javier Morales Ortiz

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